lunes, noviembre 25, 2024
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Bajó el consumo de antibióticos en pandemia

El consumo de fármacos se redujo a nivel global en 2020, sobre todo el grupo de antibióticos, que bajó un 8,5 por ciento, y el de antiinflamatorios, que descendió un 5,9 %, mientras que a nivel clínico se observó una reducción de infecciones gastrointestinales, cutáneas, respiratorias y del tracto urinario.

Así lo concluye el estudio “Impacto de la pandemia COVID-19 en la prescripción de fármacos en Atención Primaria” publicado en la Revista Clínica de Medicina de Familia que edita la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), que analiza este efecto de manera retrospectiva a partir de los datos de tres centros de salud urbanos que atienden a 90.000 pacientes.

Los autores concluyen que en 2020 se iniciaron menos tratamientos, y aquellos crónicos ya instaurados se mantuvieran con una ligera disminución “quizás debido a un exceso de mortalidad”.

Distintos factores habrían contribuido al menor uso de fármacos, como la adherencia, la dificultad de acceso a la asistencia sanitaria o una propagación inferior de enfermedades diferentes a la covid-19, así como el confinamiento, las restricciones a la movilidad o el refuerzo de las medidas de higiene, distancia social y mascarillas.

Respecto a la accesibilidad al sistema sanitario, el estudio destaca que los cambios organizativos en los centros de salud afectaron a la relación médico-paciente, pues en los primeros meses de 2020 limitaron el acceso y sustituyeron las visitas presenciales, que cayeron un 55,17 %, por las virtuales y telefónicas, que se dispararon un 94,28 % y un 686,39 %, respectivamente.

Son ya muchos los estudios que han corroborado que los cambios organizativos de los servicios de Atención Primaria por la covid-19 se acompañaron de una reducción en el diagnóstico de patologías crónicas como hipertensión arterial, hipercolesterolemia y diabetes mellitus tipo 2, lo que “podría explicar la disminución en la incidencia de nuevos tratamientos” observada en este estudio.

Con todo, la investigación evidencia una bajada general del consumo de medicamentos en comparación con la media de 2017-2019, sobre todo de antibióticos (8,5 % menos); antinflamatorios no esteroideos sistémicos (- 5,9 %) y antiulcerosos (- 2,8 %).

En términos totales, el inicio de tratamientos con antibióticos para uso sistémico pasaron de los 9.833 en 2017 a 6.440 en 2020, y los pacientes tratados de 15.128 a 10.145.

Mientras, los inicios de tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos se redujeron de los 9.214 de 2019 a los 6.217 de 2020, y los pacientes tratados de 14.789 a 11.080.

Por su parte, en antiulcerosos, la diferencia más llamativa es la que existe entre los inicios de tratamiento en 2018, que ascendió a 4.108; y los iniciados en 2020, que fueron 3.125, y el número de pacientes cayó de 14.633 a 13.295.

Los descensos fueron más suaves en inhaladores para el asma y la EPOC, el paracetamol y ansiolíticos y benzodiacepinas, en concreto del 1,9 %; 1,8 % y 1,6 %, respectivamente, mientras que los antihipertensivos disminuyeron un 1,5 %; los antitrombóticos, en 1,4 %, los opioides el 1,4 %), los agentes modificadores de lípidos y los y los antiagregantes plaquetarios, el 1,3 %. (EFE)

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