“Baby Shark”: la verdadera historia detrás de la canción viral para chicos que arrasa en YouTube
Una letra muy simple, muchos colores y una coreografía divertida convirtieron a una intrascendente canción infantil en uno de los hits más escuchados de la historia. Recientemente entró en el ranking Billboard y los números actualizados que se pueden ver en YouTube sorprenden: cuenta con más de 2 mil millones de visualizaciones y cientos de versiones. Acá la historia del “Baby Shark”.
Se trata de una canción infantil producida por la empresa de entretenimiento para niños surcoreana Pinkfong. La semana pasada terminó como la número 32 del listado de Billboard de las 100 canciones más populares de Estados Unidos y hasta la fecha, tiene 2.190.962.161 visualizaciones en la plataforma de videos más conocida.
De acuerdo con Nielsen Music, una empresa que mide el éxito de las canciones, el tema fue escuchado 20.8 millones de veces la semana pasada.
Curiosamente, la canción no es nueva. Fue publicada en 2016 por Pinkfong, y ha ido creciendo en popularidad desde entonces. De acuerdo con la productora, el tema sostiene su éxito en varios factores. Por un lado los grupos de pop coreano Girls’ Generation y BLACKPINK, que empezaron a bailar y cantar la canción. Además, YouTube también incluyó a este hit en Rewind, su vídeo del contenido más viral del año. Actualmente hay más de 100 versiones del “Baby Shark” en 11 idiomas.
¿De dónde salió?
Shawnee Lamb y Robin Davies son los creadores. Se trata de dos educadores estadounidenses que en la década del ’90 escribieron la canción, la cual empezó a popularizarse en guarderías y jardines infantiles.
Sin embargo, su primer encuentro con la fama llegó en el 2007, cuando la alemana Alexandra Müller subió un video a YouTube en donde ella cantaba “Baby Shark” en una versión más bailable y que se tituló “Kleiner Hai”. Y fue tanto su éxito que la mujer logró un contrato discográfico y el sencillo llegó al lugar 25 en los rankings alemanes. Incluso, hasta hoy es un tema que suena bastante en el país europeo.
Pero la verdadera locura surgió el 2015, cuando la empresa surcoreana Pinkfong sacó la versión que todos conocemos. Allí se ve a dos niños bailando la coreografía con las imagenes de los tiburones de fondo. Poco a poco va apareciendo la familia de los tiburones que trata de comerse a unos peces, que luego encuentran un lugar para mantenerse a salvo y la familia Shark debe ir a buscar alimento a otro lado.
La firma, especializada en entretenimiento infantil, logró posicionar la canción en todo el planeta, logrando en la actualidad su momento de mayor gloria.
Pero no solo el video tuvo éxito en las redes sociales ya que también supera las 50 millones de reproducciones en Spotify.
(Clarin)