Avanza la nueva ley nacional de VIH con enfoque integral en derechos humanos
Diputados nacionales avanzaron en una la nueva ley que declara de interés público nacional la respuesta integral a la infección por el Virus de Inmuno Deficiencia Humana – VIH -, las hepatitis virales, la tuberculosis – TBC – y las infecciones de transmisión sexual – UTS – y plantea la derogación de la Ley 23.798.
Al inicio del debate, la presidenta de la Comisión de Salud, Mónica Fein (Socialista) presentó al director nacional de Control de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud de la Nación, Hugo Ferraud, quien recordó el intenso trabajo para articular el texto del proyecto con organizaciones y la comunidad científica.
“Logramos un proyecto que incorpora novedades y derechos en la letra legislativa”, valoró el funcionario.
Por su parte, la diputada y autora del proyecto, Carolina Gaillard (FdT) explicó que “es un proyecto de las organizaciones de la sociedad civil que viene a modificar una ley de hace 30 años, viene a cambiar el paradigma del tratamiento del VIH con un abordaje social”, fundamentó.
“Plantea un enfoque de derechos humanos e incorpora a las mujeres y personas gestantes, la investigación y capacitación y garantiza calidad de vida”, puntualizó, y adelantó que algunas modificaciones solicitadas serán tratadas en el recinto.
Asimismo, el diputado Luis Espert (Avanza Libertad) alertó por el “costo fiscal de la ley y la prohibición de despidos que no ha llevado a ningún lugar bueno”.
A su vez, Gustavo Bouhid (UCR) se manifestó sobre el seguimiento del tratamiento “ya que no lo he visto en el proyecto” y solicitó que el “acceso a la medicación sea en el lugar de residencia” para facilitar el acceso.
El proyecto establece el acceso universal y gratuito al tratamiento, garantizado por el sistema de salud público, las obras sociales y la salud privada. En este sentido, toda prueba deberá ser voluntaria, gratuita, confidencial y universal.
Además, promueve la creación de un régimen de jubilación especial, de carácter excepcional para quienes transiten las enfermedades de VIH y hepatitis B o C, así como una pensión no contributiva de carácter vitalicio, para quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad social, entre otros.