Aterciopelados: De nuevo en la ruta y con la mirada puesta en el futuro
Después de un hiato de casi cuatro años, Andrea Echeverri y Héctor Buitrago volvieron a unirse como Aterciopelados, y plasmaron su reencuentro musical en un CD/DVD en vivo registrado en su Bogotá natal (Reluciente, Rechinante & Aterciopelado) que recoge y renueva lo más clásico de su repertorio, con el inoxidable Bolero falaz como pináculo. El año pasado se iban a presentar en Buenos Aires, en el festival Ciudad Emergente, pero el clima de esa noche tenía otros planes: una inclemente tormenta de viento que llenó de tierra los miles de pares de ojos que esperaban por el grupo (amplia mayoría de colombianos residentes en la ciudad) e hizo tambalear la estructura del escenario. Este miércoles tocarán en Niceto Club llueva, truene o relampaguee, en lo que será, como ellos definen, “el acto de recoger el fruto de las semillitas que germinamos en todo este tiempo”.
-¿Con qué se encontraron al volver juntos a los escenarios?
Andrea: Desde que nos reunimos recibimos regalos, buena energía, gente que se sabe las canciones, contemporáneos a nosotros que traen a sus hijos que han crecido con nuestra música. Es un momento lindo de mirar hacia atrás y de ver la trascendencia de todo un kilometraje. También muchos se han conectado con nuestros mensajes por fuera de la música y los hacen parte de su vida: el reciclaje, un estilo de vida sustentable, el Canto al agua, que es una movida impulsada por Héctor para tomar conciencia y cuidar más de este recurso natural.
Héctor: Creo que ahora estamos en una época muy similar a los ’90. Si bien ha cambiado la industria, tenemos una expectativa, una emoción y un espíritu muy similares a esa época. En el tiempo en que estuvimos separados, explotaron las redes sociales… Y ahora que volvimos, tuvimos que acomodarnos a esa manera de comunicación, a aprender a ser creativos también por ahí.
-Mientras estuvieron separados, Héctor hizo música más experimental y Andrea se puso todavía más cancionera. ¿Cómo fue juntar esas mitades?
Andrea: Estar sola me ha parecido muy rico, pues aprendí a hacer muchas cosas. Yo produje mis discos, pero no es algo que me fluya ni que me encante. Entonces, ahora, otra vez puedo hacer el pedacito que sé hacer mejor y puedo concentrarme más en cantar, componer, en pensar en los uniformes, en la estética y dejarle al joven Héctor el efecto de la guitarra, la base rítmica. Al tener más gente alrededor, descanso un poco: el trabajo independiente es agotador porque tienes que hacer lo que te gusta y lo que no te gusta, lo que sabes hacer y lo que no sabes hacer.
Héctor: Lo que cada uno hizo por su parte nos alimentó, no sólo en lo musical sino que también en lo personal, como artistas, en las composiciones. Y todo eso nuevo que aprendimos, ahora entró al funcionamiento de Aterciopelados.
Andrea: Estando separados no nos extrañamos tanto. Como decía, para mí producir es muy difícil y lejano, pero lo hice a mi manera. Yo compongo la canción y la visto un poco, apenas lo suficiente para que se sostuviera sola. Héctor es al revés: busca los sonidos por allá y luego ya cuando está el sonido dice: “Pongamosle una canción”. Ahora descanso cuando él escoge el sonido de la guitarra, porque no es mi vocabulario.
La reunión de Aterciopelados no se va a quedar en un mero revival de grandes éxitos. En mayo del año próximo, cuando se cumpla década de su último disco en estudio, Río, editarán un álbum de nuevas canciones. Dicen que ya tienen ocho listas (cinco de las cuales trabajaron con Cachorro López), y esperan juntar doce, más un bonus track que ya se puede escuchar y ver: se trata de He venido a pedirte perdón, compuesto por el icónico cantautor mexicano Juan Gabriel.
“Se viene un disco al estilo nuestro, con un poco de todas nuestras raíces pero sintonizando en el pop: ranchera, cumbia rebajada, cumbia andina, vallenato, champeta… Cada canción es un experimento diferente, con muchos ingredientes. Siempre fuimos bien auténticos, frescos y allá vamos”, cierran. (Clarín)