jueves, noviembre 21, 2024
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Atención fumadores: el tabaco también afecta la salud de la columna vertebral

Más de 7 millones de personas mueren por año como consecuencia de su exposición a las toxinas y sustancias nocivas del humo de tabaco, sean fumadores o fumadores pasivos, según datos revelados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hoy en día, todos saben que fumar perjudica seriamente la salud pulmonar y bucal. Sin embargo, pocos están al tanto de que la columna vertebral también se ve seriamente perjudicada por el consumo de nicotina, sobre todo en la zona lumbar, provocando dolor crónico.

Como explicó a Infobae el quiropráctico Marcelo Barroso Griffiths (Matrícula 9784), de la Asociación Quiropráctica Argentina (AQA), la exposición al humo del cigarrillo promueve la degeneración de los discos vertebrales, debido a la estructura química de estos. Así mismo, los hace más propensos a sufrir una rápida deshidratación, por lo que se vuelven más frágiles y vulnerables a una rotura.

Fumar, un hábito dañino que también afecta las vértebras (iStock)
Fumar, un hábito dañino que también afecta las vértebras (iStock)

“Los fumadores tienen una desmineralización ósea acelerada, lo cual es un factor de riesgo para padecer osteoporosis, fracturas vertebrales, deformaciones articulares independientemente del estilo de vida y factores genéticos”, aseguró Barroso. “Debido a la nicotina, se reduce el suministro de oxígeno y nutrientes deteriorando ostensiblemente los discos de la columna y aumentando el riesgo de padecer osteoporosis”.

Además, afirmó que el cigarrillo influye negativamente sobre la microcirculación de los discos de la columna vertebral y origina cambios degenerativos en su matriz, dada la influencia sobre la circulación periférica. “Puede producir limitaciones físicas importantes caracterizadas por atrofias musculares, dolor lumbar que incapacita y sensación de adormecimiento, pesadez y hormigueo de las piernas”, agregó.

Dejar de fumar también puede ayudar a que su cuerpo recupere algo de su funcionamiento saludable normal, según el especialista. “Fumar reduce el aporte de oxígeno a los huesos y otros tejidos del cuerpo; y disminuye la absorción del calcio de la dieta, por eso los fumadores desarrollan huesos frágiles. Los adultos mayores fumadores tienen 30% a 40% más de probabilidad de fracturarse la cadera”, reveló.

Los fumadores tienen más probabilidad de sufrir lesiones como bursitis, tendinitis, esguinces o fracturas que los no fumadores. A su vez, fumar tiene un efecto perjudicial en la cicatrización de heridas, por lo que las fracturas demoran más tiempo en soldar debido a los efectos dañinos de la nicotina en la producción de células formadoras de hueso.

¿Qué pasa en el caso de los deportistas que fuman?

“El consumo de tabaco disminuye el rendimiento físico, debido a que los glóbulos rojos que transportan el oxígeno a los tejidos, se encuentran intoxicados por el monóxido de carbono que se produce”, explicó Barroso. De esta manera, el deporte y el tabaco no son compatibles, y no importa el buen estado físico de la persona, eliminar el tabaco es de suma importancia para alcanzar todo su potencial.

“El tabaco provoca atrofia de la musculatura, pérdida de la capacidad contráctil con debilidad y pérdida de la función estabilizadora de estos músculos. Algo parecido ocurre en los tendones y en los ligamentos, que pierden su capacidad elástica y estabilizadora con la repercusión que esto tiene en las articulaciones”, aseguró.

Fumar es especialmente dañino para los fanáticos del running, según apuntó el experto: “Los corredores comprobarán que tienen menos oxígeno, que se incrementa la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca. Hay estudios que dejan en evidencia a los cigarrillos no solo provocan problemas de respiración al fumar y correr, sino que también afecta las horas de descanso: tienen más problemas para descansar por la noche y se despiertan varias veces con dificultad para conciliar el sueño”.

Para finalizar, el quiropráctico afirmó que lo que se debe comprender es que, a pesar de no notar ninguna consecuencia física inmediata, la nicotina afecta a todo el cuerpo. “¿Es el dolor el verdadero problema o el hábito sostenido el que disminuye nuestra capacidad de vida?, reflexionó.

Fuente: Infobae

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