Argentina va a la cumbre del G20 con el objetivo de instalar en agenda la amenaza de los fondos buitre
Los temas principales del país girarán en torno a la decisión del juez neoyorquino Thomas Griesa en la causa con los hold out y la necesidad de encarar a nivel global soluciones que permitan dar viabilidad a los procesos de reestructuración de deuda.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, y el canciller Héctor Timerman, serán quienes representen al país en nombre de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien no podrá viajar a Australia debido al reposo de diez días que le recomendaron los médicos tras la internación de una semana que debió observar a causa de un proceso infeccioso con cuadro febril alto.
El temario oficial de la cumbre del G20, el noveno cónclave desde el 2008 cuando el foro cobró nuevamente fuerza a causa de la crisis internacional, hace foco en la implementación de políticas destinadas a consolidar el crecimiento y la creación de puestos de trabajo.
En la agenda de trabajo prevista para la cumbre no figura la discusión de propuestas relacionadas con los procesos de reestructuración de deuda, más allá de las luces de alerta que fueron surgiendo durante los últimos meses de parte de organismos multilaterales de crédito como el FMI, el BM e incluso la Organización de Naciones Unidas.
Incluso en las Naciones Unidas, a propuesta del G77 más China, se votó a favor de la discusión de una nueva convención dentro del organismo multilateral que establezca pautas para llevar adelante procesos de reestructuración de deuda.
La iniciativa obtuvo el apoyo de 124 países miembro, 41 abstenciones y 11 naciones -entre ellas EEUU, Australia, Japón, Inglaterra, Canadá y Alemania- se pronunciaron en contra.
Que en el temario del encuentro no figure el tema no significa que éste no sea tratado durante las discusiones que llevarán a cabo los ministros de Economía, cancilleres y Jefes de Estado a lo largo del sábado y domingo próximos.
En ese punto surge la figura de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien ya adelantó que presentará el tema de los fondos buitre y la crisis que puede desatar en el sistema de reestructuración de deuda el fallo del juez Griesa y el bloqueo dispuesto sobre los fondos depositados por Argentina para el pago a los bonistas con títulos reestructurados.
De hecho, el tema de los fondos buitre fue puesto sobre la mesa de discusiones el mes pasado por Kicillof durante la reunión de ministros de Economía del G20 celebrada en Washington, en el marco de la cumbre anual del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
En esa oportunidad, Kicillof, a partir de una invitación formulada por el titular del Tesoro de Australia, Joe Hockey, para que hablara sobre el planteo en torno a los procesos de reestructuración de deuda soberana, advirtió sobre la amenaza que implica para el crecimiento sostenido el precedente del caso argentino y de los fondos buitre en la justicia estadounidense.
Kicillof resaltó el riesgo sistémico que implica el litigio con los fondos buitre para la estabilidad y previsibilidad de la economía global y destacó el apoyo que recibió el país por parte de la comunidad internacional.
Ante sus pares del G20, el ministro afirmó que el fallo del juez Griesa es una invasión a los derechos de los tenedores de bonos de deuda reestructurada y llamó a “trabajar en conjunto para encontrar una solución definitiva”.
La delegación argentina que participará de la cumbre del G-20 seré encabezada por Kicillof y Timerman, arribará a Brisbane el viernes, en horas de la tarde.
Brisbane es la capital del Estado de Queensland, tiene algo más de dos millones de habitantes y la diferencia horaria con Argentina es de +13 (cuando en Argentina son las 12 del mediodía, en Brisbane son la 1 de la madrugada).
Es una de las ciudades australianas más cercanas a Asia (está en la zona Noreste del continente) y cuenta con un fuerte sector energético y minero.