Antibióticos y automedicación: ¿somos los culpables de generar superbacterias?
Las noticias sobre casos letales tanto en chicos como en adultos de bacterias que son generalmente benignas, fue el disparador para una pregunta. ¿La automedicación provocó la generación de superbacterias resistentes a los antibióticos?
“Los infecciones han generado en el mundo desde hace siglos complicaciones, enfermedades, secuelas, incluyendo las muertes. Lo que se sabe es que desde el siglo pasado con el advenimiento de los antibióticos, muchas de las enfermedades infecciosas fueron curadas o prevenidas y las personas empezaron a vivir más porque el antibiótico provee salud. Se dice que la primera medida más efectiva en proveer salud en la población es el agua potable, la segunda medida son las vacunas y después están los antibióticos. Son tres las medidas que proveen salud”, aseguró Roberto Debbag infectólogo y científico de la Sociedad Latinoamericana de Infectología.
Y advirtió: “Lo que ocurre es que el advenimiento de los antibióticos que han prevenido o curado infecciones, también han generado que estas bacterias: o se acostumbren a nuestro antibiótico, o se hagan tolerantes, o se transformen en resistentes. Razón por la cual esos antibióticos que se investigaron, se desarrollaron y se utilizaron en algunas en algunos países se ven afectados porque ya no tienen tanta utilidad. Y entonces aparecen las bacterias que comienzan a ser resistentes”.
La automedicación como factor
“Se sabe que el antibiótico que uno toma ya sea por una prescripción médica adecuada o por una prescripción médica inadecuada o por la automedicación, transforma los microorganismos que tenemos en el organismo, fundamentalmente los intestinales, y al barrer esa flora, quedan otras bacterias que si bien no son resistentes, son perjudiciales para el organismo. O sea que el antibiótico no sólo genera en las bacterias tolerancia o resistencia, sino que afecta a microorganismos que son habituales en el organismo y produce un efecto adverso por sobre el desarrollo de otras bacterias”, remarcó Debbag.
En cuanto a la resistencia, explicó que “en los últimos años hay otro problema, es que las bacterias se están transformando en resistentes y si bien están apareciendo antibióticos pero no aparecen con la misma velocidad que aparece la resistencia”. “Por lo tanto hay un desfase, hay más velocidad en aparición de bacteria resistente que la aparición de nuevos antibióticos. La mayoría de los antibióticos han aparecido en las décadas del 70, 80 y 90, pero si tomamos la última década la aparición de nuevos antibióticos es más baja, es una cantidad menor”.
Qué pasa con los antibióticos en la comida
Respecto de los antibióticos aplicado a la industria de los alimentos, puntualizó: “No sólo los humanos toman antibióticos sino que también los antibióticos se utilizan para la ganadería o se utilizan para el manejo de las infecciones en las aves y en todos estos animales que son de consumo humano puede también tener antibióticos. Al estar en contacto el humano con esas bacterias, van generando la tolerancia a ese antibiótico, razón por la cual cuando tengo que tomar el verdadero antibiótico no me va a hacer efecto”.
El caso argentino
La automedicación en sí es un problema, subraya el especialista. “Los países que más alta tasa de automedicación tienen son los latinoamericanos, como Argentina, donde si bien un antibiótico debe ser vendido a través de una receta, esto no ocurre en el 100% de los casos y los procesos que controlan esto no son muy eficaces y por lo tanto las personas pueden acceder antibióticos de manera informal y sin receta y automedicarse”.
Y concluyó: “Por supuesto que en situaciones de crisis económica seguramente el uso irracional del antibiótico va a ser menor. La automedicación genera resistencia bacteriana sin ninguna duda. En Estados Unidos es casi imposible si no tengo una receta, comprar un antibiótico. Es más, en la actualidad en Estados Unidos ya no se usa la receta de papel si no la receta electrónica a través de sistemas informatizados, donde a su vez es más complicado poder acceder a un antibiótico si no tengo una consulta médica previamente”.
Fuente: TN