Antes y después: cómo lidiar con “la resaca de Año Nuevo”
La última noche del año suele pasarle factura a nuestro cuerpo. Entre el vitel toné, las almendras con chocolate y algún que otro brindis, el organismo se resiente.
Para contrarrestar los efectos de esa “tormenta perfecta” que detona todo tipo de malestares, empezando por la cabeza, aquí van algunos consejos tan antiguos como probados.
Si no podés evitar elegir los alimentos por fuera de la dieta tradicional y saludable, conviene comer de forma lenta y pausada e hidratarse más de lo normal.
El principal síntoma de la resaca, el dolor de cabeza, es fruto de la deshidratación, puesto que el alcohol es muy diurético y fomenta la producción de orina. Para contrarrestarlo, tomá más agua.
La tradición también dice que después de beber mucho hay que comer alimentos ricos en carbohidratos que ayuden a acelerar el metabolismo y a desechar rápido el alcohol ingerido.
También se dice que los alimentos grasosos ricos en proteínas que contienen aminoácidos pueden también ayudar a “limpiar” las toxinas del organismo.
Sin embargo, en el portal de la BBC recomiendan lo contrario: “Los expertos recuerdan, sin embargo, que después de una noche de copas, el sistema digestivo está muy sensible y bajo enorme presión. Así que las grasas de las salchichas o los tacos mexicanos puede más bien causar indigestión.”
¿Y qué pasa con los analgésicos? También es mejor evitarlos. La aspirina y el ibuprofeno podrían irritar el estómago, que ya está bajo presión.
Y el paracetamol (acetaminofeno) pondrá a trabajar al hígado, que llevar horas extra ocupado tratando de metabolizar el etanol.
Un alimento “aliado” es el atún.
En la web Vitónica, destacan las virtudes del atún: “Contiene altas cantidades de alfa-cetoglutarato, una enzima que actúa como vasodilatador natural.
Esta acción hará que todas las partes de nuestro cuerpo reciban un mejor riego sanguíneo, mejorando así la recuperación general y la recepción de nutrientes.”
Desde el portal Muy Interesante recomienzan “dormir lo suficiente”. Una noche de fiesta no significa solamente beber alcohol, también alterar nuestros patrones de sueño, a menudo durmiendo menos horas de las que acostumbramos.
Esto no es causa de resaca, pero sí puede empeorar algunos de sus síntomas, como el cansancio o la irritabilidad.
También señalan la importancia de un desayuno sano y nutritivo. Tras la borrachera, los niveles de azúcar en la sangre son excepcionalmente bajos y esto puede acentuar algunos de sus síntomas, como el dolor de cabeza y la debilidad.
La banana –fuente importante de potasio y vitamina B6– y el jugo de naranja –por su aporte en vitamina C– ayudan al hígado en su intensiva tarea.