Almorzando con el enemigo
El día después de que la Presidenta alertara sobre un intento de voltear al Gobierno, los jefes del Frente Renovador y la UCR estuvieron en un acto por la visita del candidato del Partido Nacional uruguayo Lacalle Pou. Compartieron mesa con Brito, Méndez y Gabbi, entre otros.
Al día siguiente de la denuncia realizada por la presidenta Cristina Fernández sobre un intento de “voltear al Gobierno” por parte de “sectores concentrados de la economía”, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y el titular de la UCR, Ernesto Sanz, compartieron un almuerzo con banqueros y los principales dirigentes del empresariado nacional. La reunión fue convocada por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp) con motivo de la visita del candidato presidencial de Uruguay, Luis Alberto Lacalle Pou, referente del Partido Nacional. En el lujoso Hotel Alvear, rodeados por más de 200 empresarios, los dos precandidatos presidenciales mantuvieron un diálogo breve, en el que celebraron el acuerdo político alcanzado entre ambos partidos, que les permitió llevar al abogado Miguel Piedecasas como representante en el Consejo de la Magistratura.
Massa y Sanz, con responsabilidades que cumplir en el Congreso como diputado y senador, estuvieron sentados con varios dirigentes que fueron blanco de las críticas y las denuncias de la Presidenta. Entre las 10 sillas que tenía la mesa principal estaba el vicepresidente de la Cicyp, Alberto Grimoldi; el presidente de Pan American Energy, Alejandro Bulgheroni, y cinco dirigentes del grupo de los seis Héctor Méndez (Unión Industrial), Carlos de la Vega (Cámara de Comercio), Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio), Gustavo Weiss (Cámara de la Construcción), Jorge Brito (Adeba).
Brito fue especialmente cuestionado por CFK, aunque sin mencionarlo con nombre y apellido. Durante la cadena nacional, la mandataria mencionó al Banco Macro, que preside, entre las entidades que realizaron maniobras con títulos en el mercado del contado con liqui. Por otro lado, la Presidenta cuestionó a los sectores exportadores (especialmente agropecuarios), las automotrices y algunas sociedades de Bolsa por presionar para forzar una devaluación y afectar los ingresos de los trabajadores.
Sanz y Massa mantuvieron una conversación sobre la elección de Piedecasas y el cruce por este tema del senador radical y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Durante su defensa de la Ley de Hidrocarburos en la Cámara alta, el funcionario kirchnerista había hablado de las relaciones de la UCR con corporación judicial, a raíz de la victoria del representante de los abogados del interior. Sanz le respondió que su comentario era un reconocimiento de que le había dolido la derrota de su candidato. Según un participante de la reunión, enterado del chispazo, ayer Massa se acercó al mendocino para comentar el tema. Pero el diálogo no duró mucho más, ya que la actividad comenzó en breve.
El senador radical no se quedó a concluir el almuerzo, ya que tenía que cumplir sus compromisos en el Parlamento. De todas maneras, posteriormente emitió un comunicado sobre las acusaciones de la jefa de Estado, a las que calificó como “novela de las conspiraciones”. “A la Presidenta sólo le pido una cosa, que deje de alucinar conspiraciones y salga a la calle. La inflación, la economía y el desempleo son consecuencias de sus políticas”, sostuvo el precandidato presidencial de la UCR.
“Con Lacalle tenemos varios compromisos: contribuir a restablecer el vínculo entre los dos países y además apostar a la renovación generacional en la política. Los dos apostamos a estados modernos e integrados regionalmente”, resaltó Massa, dando un mensaje de apoyo al candidato opositor, hijo del ex presidente uruguayo Luis Alberto Lacalle.
Si bien Sanz no se pronunció públicamente, en su entorno aseguraron que fue invitado en términos institucionales como titular del Comité Nacional y remarcaron que tiene mayor afinidad con el postulante del Frente Amplio Uruguayo, Tabaré Vázquez.
