jueves, noviembre 21, 2024
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Alertan sobre el crecimiento de los problemas de alta presión arterial durante la cuarentena

La cuarentena por la pandemia del coronavirus se asocia con un aumento de la presión arterial. Ese fue el hallazgo de un informe presentado en el 46° Congreso Argentino de Cardiología, que se está realizando en forma virtual del 19 al 21 de noviembre.

El estudio se hizo en el servicio de emergencias de la Fundación Favaloro. Incluyó a 12.241 pacientes, de una edad promedio de 57 años.

“La admisión al departamento de emergencias durante el aislamiento social obligatorio se vinculó con un aumento del 37% en las probabilidades de tener presión arterial alta”, dijo el autor del trabajo, Matías Fosco, director médico de la Fundación Favaloro. La presión alta fue definida como mayor a160 mmHg sistólica y mayor a100 mmHg diastólica.

“Tras comenzar el aislamiento social, observamos que más pacientes que acudían a emergencias tenían presión arterial alta. Encabezamos este estudio para confirmar o rechazar esa impresión”, comentó Fosco en un comunicado.

La frecuencia de hipertensión entre los pacientes de 21 años o más durante los tres primeros meses de cuarentena (20 de marzo a 25 de junio) se comparó con dos períodos previos: los mismos tres meses de 2019 y los tres meses inmediatamente anteriores al aislamiento.

En concreto, en los tres primeros meses de cuarentena, 391 pacientes admitidos al servicio de emergencias (el 23,8% del total) tuvieron presión arterial elevada. Esa proporción fue significativamente mayor al mismo periodo de 2019 (17,5%) y a los tres meses anteriores al aislamiento (15,4%).

En sus conclusiones, el informe indica que el aislamiento “se asoció significativamente” con hipertensión arterial severa en pacientes que ingresaron al servicio de emergencia. Esta asociación permaneció significativa e independiente, luego de ajustarse por factores biológicos (edad y sexo) y potenciales confundidores, como hora y fecha de consulta o modalidad de ingreso.

“Hay varias razones posibles para la conexión entre el aislamiento social y la presión arterial alta. Por ejemplo, el aumento del estrés debido a la pandemia, con límites en el contacto personal, y la aparición o exacerbación de dificultades financieras o familiares”, dijo Fosco.

Además, pueden haber influido los cambios de hábitos, como una mayor ingesta de alimentos y de alcohol, un estilo de vida más sedentario -debido a la permanencia en el hogar y la dificultad para el ejercicio físico regulary el aumento de peso.

Durante todo el período estudiado (marzo del 2019 a junio del 2020), los motivos más comunes de ingreso al servicio de emergencias fueron dolor de pecho, dificultad para respirar, mareos, dolor abdominal, fiebre, tos e hipertensión. Estos síntomas fueron similares entre los distintos momentos estudiados, por lo tanto –según Fosco- no fueron los responsables del aumento de la presión arterial.

“Los pacientes pueden haber sentido más tensión psicológica durante el traslado al hospital, debido a las restricciones de viaje y los controles policiales y el temor a contagiarse de coronavirus al salir de sus casas”, explicó el médico. “Además, los que eran tratados por hipertensión pueden haber dejado de tomar su medicación debido a advertencias preliminares sobre posibles efectos adversos en los resultados del Covid-19 (que luego se descartaron)”, añadió. O bien debido a una menor accesibilidad a recetas y a farmacias.

El control de la presión arterial ayuda a prevenir ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares (ACV), y enfermedades graves. “Por lo tanto, es esencial mantener hábitos de vida saludables, incluso en condiciones de aislamiento”, cerró el experto.

Actualmente, cuando muchas restricciones por la pandemia ya se relajaron -con el paso del ASPO al DISPO en el Área Metropolitana-, el equipo está investigando si esto se refleja en la presión arterial de los pacientes admitidos en emergencias.

El trabajo fue difundido por la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), que está participando en sesiones científicas junto a la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).

El profesor José Luis Zamorano, embajador regional de la ESC para Argentina en el congreso SAC 2020, señaló: “Este estudio muy interesante resalta que nosotros como cardiólogos debemos vigilar a nuestros pacientes. Si no tratamos y seguimos cuidadosamente a nuestros pacientes cardíacos durante la pandemia, veremos un aumento de los resultados adversos en el futuro”. (Diario Clarín)

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