viernes, noviembre 22, 2024
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Alarma sobre los peligros que esconden las uñas permanentes

 

El beneficio de tener las uñas perfectas durante casi un mes a un precio accesible posibilitó la popularidad de las manicuras permanentes en mujeres de todas las edades. Sin embargo, tanto manicuristas como usuarias en el mundo, comenzaron a advertir el costo a su salud que tiene este tratamiento por la aparición de una dematitis alérgica, la cual algunos dermatológos comenzaron a considerarla como “epidemia”.

Si bien los médicos coinciden que es difícil medir la dimensión real de las afectadas porque muchas no asisten a la consulta, no descartan que una gran cantidad haya manifestado alergía por el contacto con acrilatos.

Esa sustancia, clave para las técnicas de manicura permanente y semipermanente, es un derivado del petróleo y debe solidificarse correctamente con las luces ultravioleta. En caso de no ser así, puede ser altamente irritantes y puede provocar alergia y dermatitis.

Así sucedió con Yolanda Rodríguez, una esteticista malagueña de 44 años, que soportó picores, dolor e hinchazón en sus dedos, lo que ocasionó que subirse el cierre del pantalón o mandar un mensaje por celular fuera una tortura. Un día, notó que las yemas de sus dedos comenzaron a descamarse y la uña de su pulgar izquierdo se cayó.

 

 

Su médico, según relató la mujer al diario El Mundo, le diagnosticó que las uñas permanentes eran las culpables de su efección y recomendó que dejara de trabajar durante cinco meses para recuperarse. También le advirtió que debía permanecer alejada de los productos de por vida o en caso contrario, sus problemas de salud podrían agravarse.

Paloma Faba, asesora de moda valenciana de 34 años, tardó ocho años en desarrollar la alergía por uñas permanentes. Cada tres semanas, pagaba religiosamente para que sus uñas siguieran perfectas y si bien sentía que estaban cada vez más débiles, nunca pensó que lo que podía pasarle. “Ahora veo que fui una inconsciente al no pensar en que eran químicos peligrosos lo que me estaba poniendo en las manos”, indicó la mujer al mismo medio.

 

 

Otro caso es el Sandra, una manicurista china de 55 años, que manifestaba tos y dolores de cabeza por la prolongada exposición a disolventes, esmaltes y acrilatos en el salón de uñas donde trabajaba.

Un estudio realizado en 2008 reveló otro caso de una mujer que fue diagnosticada con alergia a los acrilatos por usar uñas permanentes y terminó rechazando una prótesis de rodilla.

Por estos riesgos, cada vez más comunes, los médicos recomendaron que quienes deseen realizarse estos tratamientos deben tener en cuenta las condiciones higiénicas y de seguridad de los salones de estética o peluquerías donde asistan. Una de ellas es prestar atención si la manicurista no esteriliza el material de trabajo o si aparecen síntomas en la piel una vez realizadas las uñas permanentes.

 

 

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