Ahora Angelici va por Bianchi…
Considera que “se acabaron las excusas”. El comienzo del torneo será determinante.
En Boca se juegan partidos hasta debajo de las baldosas. No son encuentros de fútbol, de esos que convocan miles de personas en la Bombonera. En el club de la Ribera, el juego político se desarrolla en términos de un ajedrez espeso y exasperante.
Nada se terminó con la ida de Juan Román Riquelme.
El semestre que asoma tiene a Carlos Bianchi en el banquillo de los acusados y al círculo cercano al exiliado 10 apuntado por los cuestionamientos.
Daniel Angelici utilizó su batería de frases de ocasión para opinar del momento de Boca. Pero dejó algunas lecturas entre líneas que van blanqueando lo que ocurrirá en el club si el equipo no encadena victorias en el comienzo del torneo. El presidente eligió las palabras con cuidado y expuso en Fox Sports: “En lo deportivo no estamos bien”. Y apuró el trámite con un contundente: “Lo único que nos sirve es salir campeón”.
Finalmente, explicó que Boca debe ser “Deportivo Ganar”.
La dirigencia apunta directamente a Bianchi.
Lo hace con la argumentación concreta de que “se acabaron las excusas”.
Y hablan, claro, de un proyecto en el que, según señalan, “al entrenador se le trajo todo lo que pidió”.
Una verdad a medias, teniendo en cuenta que no en todos los refuerzos se eligió la primera opción y que, de algún modo, el proyecto deportivo no puede ser sólo Bianchi y su cabeza. Todo eso, tan cierto como las dificultades que ha encontrado el entrenador para generar una formación de garantías en el juego.
El combo del Boca actual, convulsionado desde la salida de Riquelme y golpeado por la derrota ante Huracán, incluye pases de factura permanentes.
De los dirigentes y el técnico, del entrenador a algún directivo puntual, del presidente a los jugadores y de los futbolistas entre ellos. Esos y mil más. Si alguno pensaba que la solución a los problemas del vestuario azul y oro era la salida del 10 , bastará con ver la cantidad de declaraciones y trascendidos que generó la elección del Cata Díaz como nuevo capitán.
Dijo Angelici: “De afuera, viendo que cuando estaba Román el subcapitán era Orion, uno pensaba que él lo sería”. Contestó el Cata : “No me sorprendió tener la cinta de capitán. Lo había escuchado al presidente y dijo que no sabía que yo iba a serlo. Pero Angelici me dijo que iba a ser capitán”. Un extraño desencuentro en el que queda sumergido también Agustín Orion, el hombre al que los dirigentes señalan como “el capitán sin cinta”.
Justo frente a otro, con una mayor historia en el club que, justamente, salió a defender a Riquelme durante las últimas horas. El vestuario afuera del vestuario.
La ofensiva de Angelici contra lo que queda del Riquelmismo también se sostiene en Pablo Ledesma. El volante, que acumuló flojos rendimientos en el último tiempo, fue invitado “a rescindir contrato” si aparece alguna oferta. El caso de Ledesma, que ostenta un vínculo hasta fin de año, podría ser una determinación deportiva perfectamente normal, si no se supiera que puertas adentro se cuentan los reales motivos del cerco que se teje sobre él. Como le dijo alguien que interviene en el fútbol a un dirigente: “Si dejamos ir a Ledesma por su pelea con Orion, estaríamos sancionando sólo a una parte en el conflicto”.
Los partidos que se juegan lejos del pasto y de la pelota siguen su desarrollo, aunque Riquelme hace rato que se entrena en Argentinos Juniors. Boca parece no haberse dado cuenta de que su historia se le viene encima.
