A dos días de las elecciones legislativas, la mayoría de los estadounidenses no apoya a Obama
Después de seis años de gobierno, sólo el 44% tiene una opinión positiva del presidente Barack Obama, una cifra que seguramente afectará las chances del Partido Demócrata de retener el control del Senado en los comicios del próximo martes.
A dos días de los comicios, el diario The Washington Post y la de noticias cadena ABC publicaron un nuevo sondeo que no ofrece buenos números para la Casa Blanca: el 50% no apoya la gestión de Obama, un 52% cree que no es un líder fuerte y un 51% sostiene que no entiende los problemas de la gente.
En general, la imagen del mandatario es central para cualquier elección legislativa de mitad de mandato, pero en los comicios de este martes la importancia será aún mayor ya que ningún tema nacional -ni la inmigración ni la política exterior ni la salida de la crisis económica de 2008- logró dominar el debate de la campaña y atraer la atención de los votantes.
El próximo martes la sociedad estadounidense debe renovar toda la Cámara de Representantes, que previsiblemente seguirá en manos republicanas, un tercio del Senado, que hasta ahora ha estado bajo control demócrata, y 36 de los 50 gobernadores del país.
La mayoría de los sondeos publicados en las últimas semanas coinciden en que el Partido Republicano podría recuperar el control del Senado y, por lo tanto, pasaría a manejar la mayoría de ambas cámaras en el Congreso durante los últimos dos años de gobierno de Obama.
Donna Hoffman, profesora de Ciencia Política de la Universidad Northern Iowa, señaló que el sistema que establece que el Senado se elige por tercios hace que el mapa electoral favorezca a un partido u otro dependiendo de las tendencias políticas de cada estado y de quién defiende el escaño.
“En este ciclo, el mapa favorece a los republicanos. De los 36 escaños que están siendo elegidos en este ciclo, 21 de ellos están actualmente en manos de un demócrata. Por lo tanto, los demócratas están defendiendo más escaños que los republicanos”, explicó Hoffman a la agencia de noticias EFE.
“Además esta es una elección de mitad de mandato y el partido del presidente casi siempre pierde escaños en el Congreso”, agregó la especialista.
Desde la elección de mitad de mandato de 2010, cuando los demócratas perdieron el control de la cámara baja, Obama no ha podido aprobar ninguna de sus reformas o propuestas legislativas importantes, por ejemplo, la reforma migratoria, que busca legalizar a unos doce millones de inmigrantes que viven y trabajan en el país hace años, al mismo tiempo que promete reforzar la seguridad de la frontera sur con México para frenar la entrada masiva de latinoamericanos.
De perder el Senado también, el próximo martes, el mandatario se enfrentaría a un Congreso completamente hostil.
Según aseguraron hoy asesores del mandatario estadounidense al diario The New York Times, si esto sucede, Obama impulsará su agenda política a través decretos.
Los asesores, que hablaron en condición de anonimato, citaron como sus prioridades el cambio climático, la inmigración, la energía, los derechos de la comunidad homosexual y temas económicos.
No es la primera vez que Obama amenaza con impulsar medidas centrales a través de decretos ejecutivos.
En su último discurso del Estado de la Unión, en la apertura de las sesiones legislativas de este año, Obama prometió utilizar esa prerrogativa presidencial si el Congreso no avanzaba con la aprobación de la reforma inmigratoria. Pero no lo hizo.
En tanto, el líder republicano y último candidato opositor presidencial, Mitt Romney, pronosticó hoy que si su partido recupera el control de todo el Congreso, serán ellos los que aprobarán una reforma inmigratoria.
“Verán una ley hecha, primero que todo, para asegurar la frontera; en segundo lugar, para lidiar con todos los que llegaron acá de forma ilegal; y en tercer lugar, para garantizar que las políticas inmigratorias sean públicas y transparentes”, prometió el veterano republicano en diálogo con la cadena de noticias Fox.
“Si finalmente ponemos a alguien al lado de Harry Reid (actual presidente demócrata del Senado), van a ver una ley que finalmente llegue al escritorio del presidente”, agregó el ex gobernador que perdió en las urnas contra Obama en 2012.
Aún si los republicanos consiguen arrebatarle seis bancas de senador a los demócratas y obtienen el control de la cámara alta el próximo martes, Obama conservará su poder de veto presidencial para hacer fracasar cualquier ley aprobada por las mayorías opositoras.