A cuatro años del primer Ni Una Menos: ¿en qué se avanzó y qué reclamos continúan?
Desde 2015, cada 3 de junio, miles de personas salen a la calle a exigir el fin de la violencia contra las mujeres y otras femineidades.
Las consignas “vivas nos queremos” y “basta de matarnos” siguen intactas desde aquel primer grito de Ni Una Menos que se precipitó tras conocerse el femicidio de Chiara Páez, la adolescente embarazada de 14 años que fue asesinada a golpes y enterrada por su novio en Rufino, Santa Fe.
Durante estos años, a esa consignas se sumaron nuevas: “nos queremos vivas, integras y libres” y además “dueñas de nuestros cuerpos y nuestras elecciones”. Es así que en 2018, cuando el debate del aborto tomó las calles, el movimiento Ni una Menos también incluyó la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo como parte de la consigna.
Al respecto, Nadia Ferrari, integrante del Equipo Latinoamericano de Justicia y Genero (ELA), aseguró que desde el primer Ni Una Menos hasta hoy los principales cambios que notan tienen que ver con comportamientos de la sociedad. “Hay una mayor conciencia acerca de lo que es la violencia contra las mujeres y del concepto de femicidios”. Sin embargo, destacó que “todavía falta muchos por realizar. Hay aún un sistema que sostiene muchos tipos de desigualdades que afectan a las mujeres, lesbianas y trans”.
La investigadora especialista en Género opinó que la movilización en estos 4 años “se amplificó, se sumaron otros reclamos como por ejemplo la necesidad de igualdad salarial, de mejores oportunidades laborales y educativas para las mujeres y de desarraigar todos los conceptos que generan violencias”.
“El reclamo Ni Una Menos, más allá de centrarse en eliminar la violencia contra mujeres cis, lesbianas y trans, se resumir hoy en que queremos vidas libres, disfrutar de nuestra libertad porque es parte de sus derechos”, agregó.
Las cifras
Pese a la mayor conciencia, Ferrari destacó que la cantidad de femicidios siguen siendo las mismos desde que la organización La Casa del Encuentro comenzó a contabilizarlos. Desde el primer #3J hasta hoy se contabilizan 1193 femicidios.
El último informe publicado por la organización detalló queen los últimos once años se produjo un femicidio cada 32 horas en nuestro país. Sólo durante el último fin de semana, se conocieron dos casos en la provincia de Córdoba: Alejandra Palavecino, de 18 años, fue asesinada por su novio en Anisacate e idéntico final tuvo Jésica González a manos de su pareja -y enfrente de sus hijos- en General Viamonte.
Entre 2008 y 2019 hubo 2952 femicidios vinculados de mujeres y niñas. En más del 62% los femicidas fueron parejas o ex parejas de las víctimas. Unos 3717 niñas y niños, el 64% son menores de edad, se quedaron sin sus madres.
Deudas pendientes
A pesar de que el tema empezó a ser parte de la agenda pública y se produjeron algunos avances en tanto a las políticas públicas, las cifras y la desigualdad no disminuyen.
Ferrari analizó que si bien en nuestro país contamos con muy buenas leyes para tratar la violencia contra las mujeres “lo que necesitamos es que sean aplicadas de la forma correcta y que el presupuesto sea el adecuado”.
Además, resaltó que es preciso que se contemplen otro tipo de violencias: “Las políticas públicas quedan muy por detrás la necesidad de generar una igualdad en el ámbito laboral, en el cuidado en el hogar. Las tareas que siguen recayendo en las mujeres y por culpa de que siguen recayendo en las mujeres cortan sus libertades, sus posibilidades de ejercer su libertad en el ámbito laboral”.
Para Ferrari, el hecho de que las marchas sean cada vez más masivas para Ferrari se explica porque “hay más personas que se sienten identificadas no sólo con el Ni Una Menos sino con los reclamos del movimiento feminista y de mujeres. Se sienten apoyadas, acompañadas en sus reclamos y que hoy se escucha su su voz, que fueron silenciadas por mucho tiempo”.