A 50 años de El exorcista: la historia real del joven poseído por el demonio que inspiró la película más terrorífica
“Un sacerdote libra a un joven de las garras del demonio”, pudo leer, en primera plana del Washington Post hace 71 años. Por entonces William Peter Blatty era apenas un estudiante universitario en Georgetown, en la capital estadounidense. El titular, en letras de molde en uno de los diarios más importantes del país sería el puntapié para una historia que durante más de dos décadas le dio vueltas en la cabeza.
Pasaron los años hasta que Blatty, ya convertido en un escritor y guionista cinematográfico, recordó aquella historia que lo había obsesionado.
Aunque conocía bastante de religión, y en especial del catolicismo por sus estudios en la universidad jesuita, quería convertirse en un auténtico experto en exorcismos, saber más de esas prácticas que le provocaban gran curiosidad.
Según contó en distintas entrevistas años después, a lo largo de varios meses leyó “todos los libros sobre posesión que habían sido publicados en inglés desde 1940”.
Consultó con sacerdotes, buscó en archivos y registros de iglesias, pero le resultó difícil reconstruir el caso tal como había ocurrido.
Entonces optó por la ficción. De hecho, cambió algunos detalles sobre la noticia de diario que había leído en su juventud y escribió sobre una niña a la que sometieron a un exorcismo.
En 1971 llegaría a las librerías la novela El exorcista, que llegó a vender 13 millones de copias solamente en los Estados Unidos y que se mantuvo 57 semanas consecutivas en la lista de best-sellers del diario New York Times.
Dos años después, y con la actriz Linda Blair como protagonista, adaptó la novela para la versión cinematográfica de una de las historias de terror más recordadas de todos los tiempos.
Pocos supieron entonces que esas escenas que hacían temblar a todos desde la pantalla habían tenido lugar en la vida real.
A fines de agosto de 1949 los medios recibieron información de un caso impactante que se había mantenido oculto hasta entonces.
El 20 de agosto de 1949 fue el Washington Post el que reveló en su portada que durante la primera parte de aquel año un joven de 14 años había sido sometido en distintas ocasiones a un proceso de exorcismo que, según anunciaron, había llegado a un final exitoso.
“En lo que quizás sea una de las experiencias más destacadas en su tipo en la historia religiosa reciente, un joven de 14 años de Mount Rainier ha sido librado de la posesión del demonio por un sacerdote, informaron fuentes católicas ayer”, detalló el diario en un artículo que comenzaba en la portada.
“Sólo después de entre 20 y 30 intervenciones del antiguo rito del exorcismo, aquí en St. Louis, el demonio fue finalmente expulsado del joven, se informó”, continuaba el texto.
El artículo continuó con detalles de aquel procedimiento: el religioso a cargo, según detalló el cronista Bill Brinkley, estuvo junto al joven por varios meses.
“En todas las etapas excepto las últimas tres, el adolescente estalló en un ataque de alaridos, insultos y gritos de frases en idioma latín, que él desconocía, cuando el sacerdote alcanzó el punto cúlmine del ritual, al decir ‘en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo yo expulso el demonio de ti'”, agregó la nota.
Para protegerlo, las autoridades eclesiásticas ocultaron la identidad del joven, a quien se lo conoció bajo el seudónimo de Roland Doe.
Con el paso de los días se pudo saber más de una historia asombrosa.
Según revelaron las crónicas de aquel momento, el adolescente comenzó a dar muestras de comportamientos extraños a partir de la muerte de una mujer de su familia que se dedicaba al espiritismo.
Entre otras cosas, escuchaba ruidos a toda hora en la casa, caminaba por ella de noche y tenía distintos ataques, que incluían gritos y llanto.
Sin saber qué hacer, la familia contactó a distintos expertos médicos. Pero nadie podía dar con un diagnóstico concreto de lo que ocurría.
Según el artículo del Washington Post, en una primera instancia el joven fue llevado al hospital universitario de Georgetown y a otro en St. Louis, ambas instituciones jesuitas.
“Finalmente, ambos hospitales, según informó el sacerdote a cargo de la intervención, afirmaron que no eran capaces de curar al niño por medios naturales”, detalló el diario.
Sobre el exorcismo en sí, el medio informó que fue llevado a cabo “por un sacerdote jesuita de alrededor de 50 años quien se abocó a la tarea mediante plegarias”.
“En una muestra de su total devoción por su misión, el sacerdote personalmente fue testigo de distintas manifestaciones del joven mientras dormía”, describió el artículo.
Según pudo reconstruir el periodista, el religioso estuvo dos meses junto al afectado, para acompañarlo durante sus visitas a los hospitales y evaluar cuál era el mejor momento para iniciar nuevas sesiones del rito.
El sacerdote prácticamente se quedó a vivir en la casa del joven, con quien pasaba día y noche para analizar su conducta.
De acuerdo a la publicación, durante las sesiones del ritual, las reacciones del adolescente eran similares: llegaba a insultar y a hablar en latín, además de mostrarse irritable.
Luego de la última etapa del ritual, el niño quedó quieto y, desde entonces, sus comportamientos extraños cesaron.
Ese final feliz para Roland sirvió como semilla de un caso que tiene, hasta hoy, versiones de todo tipo.
Además de la exitosa película, que fue dirigida por William Friedkin con guión de Blatty y que obtuvo el Oscar, en 2016 aquel suceso se contó en una serie de televisión que tiene dos temporadas.
Al parecer la historia de ese curioso rito mantiene, hasta hoy, el magnetismo que atrajo a ese joven estudiante que la leyó por primera vez en la tapa del diario.