Chimichurri de cannabis: los peligros del polémico aderezo
Una de las salsas favoritas de los argentinos está en el centro de debate. La controvertida receta de chimichurri en base de aceite cannábico despierta voces a favor y en contra
La salsa de chimichurri es uno de los ingredientes gourmet favoritos de los argentinos para acompañar las comidas, especialmente cuando el menú es a base de diferentes tipos de carnes. Para condimentar el clásico choripán, otorgar un sabor diferente a una tira de asado o darle un gusto diferencial a un sabroso sándwich, su presencia en las recetas otorga un sutil y distinguido toque final.
Formando parte de la tradición culinaria nacional, como el mate o el mencionado asado, este aderezo picante se compone a partir de algunos alimentos de base, como el perejil, el orégano, el ajo, el vinagre, el aceite y el ají molido. En definitiva, es una mezcla de varios condimentos, al que se le pueden agregar otros nuevos. Entre estos últimos, uno de los que genera polémica es el cannabis.
Esta novedad despierta diferencias de opiniones. Las propiedades medicinales de la planta cannabis sativa, de la que se obtienen sustancias psicotrópicas como la marihuana y el hachís, continúan siendo cuestión de debate social y político. Los efectos paliativos de los cannabinoides fueron probados, impulsando su legalización en algunos países para su uso medicinal, nunca recreativo.
Las posibilidades psicotrópicas del THC están en el centro de la cuestión tanto para los fundamentalistas como para los detractores de esta cocina. Los médicos expertos en el tema advierten sobre los riesgos: “Al comer marihuana, que puede ser de mala calidad, las probabilidades de intoxicación son más altas. Además, los grados de absorción estomacal son mucho más elevados que los pulmonares. Lo positivo es que no se deposita carbón en los alvéolos, como cuando combustiona la planta”, explicó en una entrevista Alejandro Piriaites, especialista en adicciones.
“Si bien no existen casos de sobredosis registrados como con otras drogas, uno no puede controlar el dosaje que está consumiendo, lo que podría dar lugar a experiencias desagradables”, añadió Piriaites.
En el panorama general, la negativa opinión acerca de cualquier uso del derivado milenario, se contrasta con la de otros especialistas, que lo emplean como uso medicinal, y los recomiendan en base a experiencias de algunos pacientes que fueron tratados.
Discrepancias aparte, el número de consumidores de esta salsa a base de aceite cannábico se incrementa cada vez más, independientemente de los beneficios o perjuicios. Lo mismo ocurre en los países linderos con el noroeste argentino (Paraguay, Uruguay, parte del Sur de Brasil).