Cuestionan el rol del papa Francisco ante el caso Grassi
La titular del Comité de Seguimiento de los Derechos del Niño, Nora Schulman, destacó hoy que el papa Francisco, tanto en su época de cardenal primado de la Argentina, como después de su llegada a Roma, “nunca recibió a las víctimas del padre Julio César Grassi”, y anticipó que, tras la ratificación de la condena por abuso de menores por parte de la Corte Suprema, acudirán al Vaticano a pedir su intervención y el retiro del estado sacerdotal del condenado por pedófilo.
La directiva recordó que “hubo un lobby infernal que hizo gente de la Iglesia Católica” para defender al cura y recordó que el propio Francisco, cuando era el cardenal Jorge Bergoglio y estaba a cargo de la Conferencia Episcopal Argentina, pidió una investigación supuestamente “neutral”, a cargo de Marcelo Sancinetti, que terminó en un libro, que para Schulman “denostaba a las víctimas y decía cosas terribles”.
Schulman admitió que están “conformes con el fallo”, pero recordó que en la causa no se contemplaron las acusaciones planteadas por otras dos supuestas víctimas del cura abusador, que están individualizados con el nombre de fantasía “Ezequiel” y “Luis”. “Gaby”, el testimonio que fue tomado por cierto por todas las instancias de la Justicia y que hoy fue convalidado por el máximo tribunal, lo acusó al sacerdote en 2002, en una investigación que hizo Telenoche Investiga, de El Trece.
“Vamos a llevar este tema a los ámbitos internacionales, como el Comité de los Derechos del Niño en Ginebra, para poner sobre el tapete que el tema de los abusos sexuales en la Iglesia está pasando en todo el mundo y es de “una extrema gravedad”, afirmó.
Recordó que el papa Francisco había manifestado que “hay que caer con todo el peso de la ley y no esconder o proteger a los pedófilos, pero lo que ocurre es que la Iglesia como institución los esconde y protege, pese a que habían dicho que hay que acompañar la denuncia de las víctimas”. Tras señalar esas contradicciones, resaltó que “cuando estaba en la Argentina y era primado de la Iglesia, nunca pudimos acceder a él ni tener una entrevista para poder pedirle por estos chicos”.
De hecho, también resaltó que “Grassi sigue siendo cura”, por lo que “ahora que se cerró la línea nacional vamos a hacer una presentación ante el Vaticano no solo por Grassi, sino también por todos los curas pedófilos y esperamos que el Vaticano se juegue en una postura y diga lo que hay que hacer, porque la postura del Papa es contradictoria”.
“Lo que pasaron estos chicos jóvenes fue terrible y Grassi les destruyó la vida”, consignó y agregó: “La condena a Grassi fue por los abusos cometidos contra el joven conocido como Gabriel. Estamos conformes con eso pero no podemos olvidar que había en el juicio otros dos jóvenes que testimoniaron en su contra y sus dichos fueron desestimados “.
Por su parte Jorge Calcagno, quien representó en el juicio oral a Luis, otro de los jóvenes abusados, dijo a Télam “que tanto su representado como Ezequiel, el otro joven que testimonió contra Grassi, no fueron escuchados y sus dichos fueron desestimados, pero según la propia Procuraduría General de la Nación estaban comprendidos por la misma problemática”.
“Esto significa que sus testimonios acreditaron las acusaciones y la condena seguramente hubiera sido el doble que la actual”, precisó Calcagno.
Durante el proceso, el cura permaneció bajo un régimen de libertad morigerada y cuando recibió la condena firme de la Suprema Corte Bonaerense quedó detenido en el Penal de Campana, donde actualmente cumple la condena.
La defensa del cura elevó, como última instancia, un recurso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, solicitando la absolución del sacerdote por los dos casos de abusos (contra Gabriel) por los que fue condenado en varias instancias judiciales.
Los abogados de Grassi también habían pedido la excarcelación del sacerdote mientras se expedía la Corte, ya que consideraron que el fallo no estaba firme.
La causa contra el cura católico se inició en 2002 y llegó a juicio oral en 2009, cuando se lo acusó por 17 hechos de abuso sexual y corrupción de menores en perjuicio de tres chicos de la Fundación Felices Los Niños, que conducía. (Diario Clarín)