viernes, noviembre 22, 2024
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Las preguntas del juez Lijo a Boudou

La indagatoria comenzó con un entredicho con el magistrado federal, que le aclaró al imputado: “Esto no es un diálogo“. El juez se interesó por los llamados de los teléfonos del funcionario y de sus allegados, en el alquiler del departamento de Puerto Madero en el que vivió Vandenbroele y en los nexos del vicepresidente.

Esto no es un diálogo“. Ésa fue la respuesta del juez federal Ariel Lijo minutos después de que comenzó la declaración indagatoria de Boudou. Fue como advertencia ante los primeros dichos del vicepresidente, que pretendía que se le informe de dónde surgían las pruebas que indicaban que él había adquirido la imprenta de papeles de seguridad Ciccone.

Le pregunto con todo respeto al señor juez, de qué prueba surge que yo sea dueño o haya adquirido como dice la afirmación la firma Ciccone a través de TOF (The Old Fund)“, había consultado Boudou luego de escuchar las acusaciones que pesan en su contra.

Como indica el Código Procesal Penal, Lijo leyó las sospechas que tiene contra Boudou antes de darle la palabra al imputado. Allí repitió los argumentos expuestos en la citación a indagatoria. El magistrado cree que Boudou y sus socios compraron Ciccone, influyeron para levantar su quiebra con el fin último de contratar con el Estado. A la par -considera Lijo-se habría frenado una licitación para que la Casa de la Moneda imprimiera billetes.

A las 17:15, luego de un cuarto intermedio de 25 minutos, comenzaron las preguntas del magistrado. Las primeras dudas del juez apuntaron a los números telefónicos que utilizó Boudou entre 2009 y 2012. “No recuerdo“, contestó el vicepresidente.

En segundo término, Lijo se interesó por el departamento de Puerto Madero que es propiedad de Boudou y en el cual se sospecha que vivió Alejandro Vandenbroele, el hombre que se cree que manejó la imprenta por cuenta y orden del vicepresidente.

Y Boudou contestó:

“Cuando comencé a vivir con Agustina Kämpfer, buscamos un lugar más amplio que mi departamento, en el cual habitaba solo. Obviamente yo buscaba alquilar mi departamento por los ingresos que estos significaban. Esto me refiero al del piso 25. Por supuesto que siempre es preferible alquilar sin intermediación inmobiliaria, por los costos que esto significa. Y comenté esta situación a algunos conocidos, por supuesto entre ellos mi amigo José Núñez. Al tiempo él me dijo que tenía una persona de su conocimiento que podía alquilarlo, yo le dije que para mí era importante que hubiera cierta flexibilidad en los plazos pues un hermano mío, Sebastián, estaba por tener familia y quizás le interesaría ese lugar”.

“Así las cosas me trajo un contrato de una persona que vivía habitualmente en España, Carosso Donatiello, cuyo nombre veo en esta oportunidad por primera vez. Núñez me dijo que esta persona quería tener el departamento para una actividad comercial que iba a intentar desarrollar en la Argentina. Creo recordar que vinculado a la compra y venta de jugadores de fútbol. Firmé el contrato para los últimos días de mayo o los primeros de junio. El contrato consta y tiene fecha cierta, pues la firma está certificada por escribano público”.

“Recordemos que era un contrato entre dos personas que estaban en distinto país. Para el mes de diciembre del mismo año mi contador me comenta que ha recibido una nota de quien lo alquilaba indicándole que no había avanzado en su proyecto y a partir de marzo dejaba el alquiler. Me pareció muy razonable el tiempo en el cual me lo comunicó”.

El departamento de Puerto Madero

¿Por que aparecieron a nombre de Vandenbroele boletas de teléfono?“, le preguntó el juez Lijo.

“Creo que el teléfono nunca estuvo a mi nombre sino de la persona a la cual se lo adquirí. Es de práctica habitual que los inquilinos muchas veces pongan los servicios a su nombre, sobre todo para no dejar los pasivos que arrastren por el uso de distintos servicios a nombre del propietario. Tengo entendido que Carosso Donatiello residía en España y su familia vivía en Rosario, no me parece extraño que hubiera delegado en una persona que conociera o fuera de su confianza la tramitación del alta de los servicios“, contestó.

“¿Cómo recibía el canon locativo (efectivo, cheque o transferencia bancaria)?”, avanzó el magistrado.

“A mí me depositaban en pesos en mi cuenta en el Banco Francés que tengo abierta hace mucho tiempo, pues la abrí para cobrar los sueldos de profesor de economía del CEMA. La mecánica la desconozco”, replicó.

Luego, Lijo le nombró a Boudou algunas personas que se habrían comunicado a un teléfono celular suyo, como María Florencia Stamato, Juan Biasin y Pedro Pablo Crohare. En los tres casos, Boudou respondió de la misma manera: “No, no lo conozco ni me suena, pero me comprometo a buscar la información y aportarla”.

El magistrado también apuntó a comunicaciones que partieron del teléfono de su secretario privado Eduardo Romano hacia teléfonos de The Old Fund. Ante las preguntas Boudou dijo no conocer a algunos de los destinatarios de las llamadas. “Yo cuando vi esto en los medios le pregunté a Romano y me dijo que no había hablado nunca con The Old Fund ni con Vandenbroele”, completó.

 

El rol de Núñez Carmona

El juez hizo algunas consultas sobre la figura de José María Núñez Carmona, amigo del vicepresidente. En su declaración Boudou dijo que sus relaciones personales nunca influyeron en su gestión pública.

“¿Usted le dio alguna facultad a Núñez Carmona para actuar en su nombre?”, preguntó Lijo.

“No, jamás. Además está claro que las relaciones personales por más cercanas que sean en ningún caso han influido en mi actividad pública. Esto es así, ya que ni siquiera comparto los temas que trabajo y llevo adelante en conversaciones o reuniones del ámbito personal”.

“¿Se conocen Núñez Carmona y Vandenbroele?”, avanzó el magistrado.

“Sí, se conocían. Me consta y me consta desde cuándo, todo esto por dichos de Núñez, a raíz de esta causa. En un viaje que hizo Núñez Carmona con su novia Guadalupe Escaray a Estados Unidos a mediados de los 90. Me dijo que lo conoció ahí”.

 

El vínculo entre The Old Fund y su hermano Sebastián

“No hay ningún vínculo, y lo que él me manifestó fue que había hablado con Agustina Seguín y que era un tema de facturación, que él siempre había pagado sus pasajes. Que sí los había comprado a través de Swan Turismo por el obvio y fuerte reconocimiento con Agustina Seguín, que había sido mi pareja hasta antes de ser director de Anses”, contestó Boudou.

Durante su declaración, Boudou había dicho que estaba sorprendido porque en la causa no aparecían “empresarios de fuste conocidos” ni se había avanzado en la ruta del dinero. Lijo le pidió que ahonde y que diga a quién se refería.

“En realidad, más que no están en la causa, quise decir que no se los investiga. Porque en particular me estaba refiriendo al señor Moneta que es obvio y evidente. Sin embargo no ha tenido el señor Moneta ninguna citación ni ningún acto voluntario dentro del expediente. Sí se los conocemos en la justicia comercial y contencioso administrativo. Por eso estimo que el señor Moneta es la puerta de entrada indispensable a la ruta del dinero, ruta poco transitada en esta investigación”.

Finalmente, a instancias de una pregunta del abogado de Boudou, el vicepresidente contestó sobre su supuesta relación con Vandenbroele.

“Es obvio que no y a esta altura del debate creo que el juzgado llevó adelante una pesquisa muy incisiva en busca de pruebas que nunca aparecieron”, dijo el funcionario

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