Padece una grave enfermedad, está embarazada y se casó en el hospital
Ailín Rugiero tiene 17 años, está embarazada y padece mielitis, una enfermedad que produce inflamación en su médula espinal. Se casó con su pareja en la sala de terapia intensiva del hospital en donde está internada desde noviembre pasado.
Un sector del hospital Padilla en San Juan de Tucumán se convirtió por un momento en una fiesta de amor. Ailín Rugiero, una adolescente de 17 años que está embarazada y se encuentra en terapia intensiva a causa de la mielitis que padece (enfermedad que produce una inflamación en su espina dorsal y que compromete su movilidad), se casó con Mauricio Sing, de 24 años, con quien mantiene una relación desde hace dos años.
La ceremonia de la joven pareja fue en la sala de terapia intensiva del hospital en donde Ailin está internada desde noviembre del año pasado en grave estado. Globos verdes y blancos, y unas telas sirvieron de decoración al pasillo que corre a la par de la terapia. Entre los principales allegados se encontraban familiares, enfermeros y médicos que conviven con la pareja todos los días. Incluso, entre los testigos que firmaron el acta se encontraban una enfermera y el médico que atiende los días a la joven, según publicó La Gaceta.
“Encontré en Ailín el compañerismo que buscaba, una mujer que me cuida y me da consejos. Planeábamos casarnos este año en septiembre u octubre, pero el 5 de noviembre del año pasado cayó internada”, contó Mauricio.
“Estaba muy grave, así que venimos peleándola desde ese momento y seguimos. Es hermosa, la amo, sé que va a salir todo bien”, relató el orgulloso esposo.
El momento del “sí aceptó” conmovió a todos los presentes. Pero esta vez las lágrimas que se derramaron en el hospital fueron de felicidad. La joven pareja, además, espera un hijo. Será llamado Oseías Josué.
“El amor que siento por ella es lo que me da la fortaleza para acompañarla en cada momento. Salgo del taller en el que trabajo y me vengo para el hospital”, contó Mauricio emocionado.
Singh también envió un mensaje a otros pacientes y familiares que sufren momentos difíciles. “Nunca se deben bajar los brazos, el que quiere puede, lo bueno se hace esperar y nosotros esperamos bastante para llegar acá. Al que ama le digo que no se lo guarde, el tren pasa una sola vez y la vida a veces no da revancha, hoy estamos y no sabemos si mañana, así que hay que hacer lo que uno siente”, reflexionó Mauricio.
El pronóstico de Ailin es reservado: sus familiares tienen la esperanza de que en poco tiempo vuelva a caminar. De todos modos, los médicos son más prudentes y recomiendan seguir la evolución día por día.