lunes, noviembre 25, 2024
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La izquierda y Smata quieren eliminar el impuesto a los autos más caros

El diputado nacional por el Partido Obrero, Néstor Pitrola, y el secretario general del gremio, Ricardo Pignanelli, admitieron los efectos negativos de la medida del Gobierno. Igual se cruzaron fuerte, con insultos incluidos, por el conflicto en la autopartista Gestamp, que hoy volvió a operar pese a las protestas de los despedidos.

El conflicto en la autopartista Gestamp está generando consecuencias económicas, sindicales y políticas. El primer aspecto, incluso, unificó una posición entre dos sectores irreconciliables: el sindicalismo peronista de Smata y la izquierda reclamaron la eliminación del impuesto a los autos de alta gama.
El diputado nacional por el Partido Obrero, Néstor Pitrola, recordó que desde su espacio advirtieron sobre el efecto negativo de la medida que aplicó el gobierno nacional. “El impuesto a los autos de alta gama, tal cual lo anticipamos, impactó en toda la cadena y los precios de los autos se fueron a las nubes”, dijo.
En declaraciones a radio Mitre, el dirigente de izquierda acusó a la administración kirchnerista de“mirar para otro lado, siendo el responsable por muchos motivos” de la crisis en la industria automotriz, que suma cada vez más suspensiones y en algunos casos despidos.
Pitrola enumeró una seria de medidas que profundizaron el freno en las ventas, como ser “el cepo cambiario, los problemas en el mercado de importaciones y exportaciones, y las tasas de interés altas”. “Los créditos están al 50 o 60%, nadie toma un crédito para comprar un auto”, sentenció.
Aunque se encuentran en polos totalmente opuestos, el titular del gremio de Smata, Ricardo Pignanelli, también apuntó contra el impuesto a los autos y admitió “un parate en la comercialización de los automóviles.
Para el líder del sindicato de mecánicos, el problema no es el auto de alta gama “sino la gama media, porque la mayoría la fabricamos acá” en la Argentina. Pignanelli señaló que su reclamo para reactivar el sector era bajar el impuesto en los vehículos de gama media, ya que “los más caros, históricamente siempre anduvo entre 70 y 90 mil dólares”.
Según indicó el gremialista en radio Mitre, el objetivo era “provocar, como en 2008, una tasa de interés para la compra del vehículo que no tuviera la tasa del mercado, porque con esa tasa (alta) el mercado del automóvil no se mueve“.
Aunque en este sentido coincidieron, las diferencias ideológicas se notaron. La ortodoxia sindical peronista y la izquierda es imposible que congenien y ambos tuvieron un fuerte cruce, lo que evidencia la puja política detrás de la crisis en las automotrices.
Ayer, Pitrola calificó a Pignanelli de “burócrata sindical” y estalló la polémica. El diputado y dirigente de izquierda aseguró que “la solicitada de Smata ataca a los trabajadores que luchan contra los despidos y a los diputados que apoyamos esa lucha”.
La respuesta de Pignanelli no tardó en llegar y redobló el tono de la pulseada sindical. “Yo soy un trabajador que se baja en El Palomar para ir a las fábricas, aunque ese hijo de puta (sic)diga que soy un burócrata”, gritó el secretario general del gremio que está en conflicto en la autopartista Gestamp.
“Él (por Pitriola) se tiene que dedicar a la Cámara de Diputados y dejar que el gremio trabaje con los empleados, porque en la asamblea, de 600 compañeros, 550 aceptaron el licenciamiento al 80% del sueldo bruto”, explicó.
Pignanelli contó cómo accionó la izquierda para tomar la planta de Gestamp. “Ellos estaban en la puerta y le metieron los cantos de sirena en la cabeza a 60 o 70 compañeros y ahí se armó el revuelo, porque los muchachos, aparte de atacar a la delegación de Escobar, donde hay compañeros de ellos, aparte de patearles los coches e incitarlos a la pelea, pararon la producción”, detalló.
El gremialista reveló además que al tercer día de que frenaron la producción, desde la automotriz Volkswagen advirtieron sobre posibles despidos. “¿De eso nos tenemos que hacer cargo nosotros? Nosotros hicimos la asamblea y de ahí salió que la gente quería trabajar”, concluyó.
La autopartista Gestamp volvió este martes a la actividad. Sin embargo, el conflicto aún continúa abierto. El ministro de Producción, Ciencia y Tecnología de la provincia de Buenos Aires, Cristian Brensteinten, informó que el primer turno de trabajadores comenzó sus tareas tal como estaba previsto. En las puertas de la fábrica el clima es otro. Pese a que las partes habían acatado la conciliación obligatoria, un grupo de trabajadores despedidos no pudo ingresar para cumplir con sus tareas.
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