Desde la cárcel y en un mes, Lázaro Báez le giró casi medio millón de pesos a su presunta novia
Se trata de Liliana Costa, que trabajaba en la AFIP y debía controlar al empresario K. El desvió del dinero se hizo a través de cheques que la mujer le llevaba al patagónico a al penal de Ezeiza.
Las reiteradas visitas de Liliana Costa a Lázaro Báez en el penal de Ezeiza no solo tuvieron como finalidad contenerlo emocionalmente, sino que además sirvió para que el empresario kirchnerista le facilitara dinero a su presunta pareja a través de cheques.
La exinspectora de la AFIP, que debía controlar a las empresas de Báez, en cada visita a la cárcel federal llevaba consigo cheques de algunas empresas del patagónico, como Austral Construcciones, que eran endosados por el socio de Cristina Kirchner para que la mujer luego los cambiara en alguna cueva financiera.
Según publica el diario Clarín, la Justicia sospecha que el monto de los cheques superan los $495.000, en un sólo mes y que fueron cambiados en cuevas para evitar su bancarización. Se tratan de pagos diferidos que fueron emitidos a nombre de Austral Construcciones SA (ACSA) y de Sucesión de Adelmo Biancalani.
Las sumas se repiten mes a mes: $ 65.000, $ 211.507 y $ 38.720. Este dinero no figura en las cuentas personales de la familia Báez ni mucho menos en la contabilidad de la empresa principal, que cuenta con veedores judiciales.
El origen sería el pago de alquileres de alguno de los inmuebles que Báez tiene en Capital y en el interior del país. En todos los casos, los endosó el empresario doblemente procesado por lavado de dinero y los cobró Costa.
Quién es Liliana Costa
Es una abogada que trabajó en la AFIP durante el kirchnerismo. Se desempeñaba en una de las áreas que tenían que controlar las empresas de Báez. Costa negó que tenga una relación fluida con el detenido empresario K pero sí reconoce cercanía con dos de sus hijos Martín y Luciana.
Además, en la única entrevista a un medio que dio en junio pasado, la abogada denunció que sufrió amenazas y hasta un intento de atentado contra su vida tras el arresto de Báez.
“El vínculo con ellos es de amistad, no es fluido. No hablo con él, solo con la familia. A raíz de lo sucedido (las amenazas) volvimos a entrar en contacto”, dijo Costa a Perfil.com. “Sí tengo relación con Martín y Luciana, de solidaridad mutua” por su situación judicial, indicó la mujer.
Costa aseguró que, tras el arresto del empresario K el pasado 5 de abril, sufrió amenazas y hasta un intento de atentado contra su vida. “Recibí amenazas telefónicas y en las redes sociales”, dijo la abogada. ” Además me encerraron entre dos vehículos, me chocaron de ambos lados mientras iba con mi familia en el auto. Entré en pánico”, aseguró.
La mujer negó que Báez le pasara plata, frente a la versión de que tenía una relación sentimental con el empresario K, algo que desmintió. “Tengo una vida común y normal, vivo de mi trabajo y alquilo. Tengo una casa en venta y un vehículo 2011 chocado”, explicó en ese momento. Sin embargo, es una de las pocas personas que visita con regularidad al empresario en Ezeiza.
(TN)