viernes, noviembre 22, 2024
Sociedad

Un monaguillo, dos curas y un empleado detenidos por violar chicos sordomudos en Mendoza

Dos sacerdotes católicos, un monaguillo y el empleado de una escuela para niños hipoacúsicos fueron detenidos en las últimas horas en Mendoza acusados de abuso sexual contra al menos doce alumnos de 10 a 12 años.

Se trata del Instituto Próvolo, una institución católica para niños con problemas de audición, de la localidad mendocina de Luján de Cuyo.

Los primeros detenidos fueron los sacerdotes Nicolás Corradi, de 82 años, Horacio Corbacho, de 55, José Luis Ojeda, un joven con discapacidad que trabajaba en el Instituto Antonio Próvolo.

A ellos se sumó en las últimas horas el cuarto detenido, un hombre que realizaba tareas administrativas y se desempeñaba como monaguillo en las ceremonias religiosas, en el instituto ubicado en calle Boedo, de la localidad de Carrodilla, en Luján de Cuyo.

Su detención ocurrió tras las declaraciones realizadas por testigos, quienes lo apuntaron como partícipe de los vejámenes que se venían produciendo en el instituto desde 2007, por lo menos.

El fiscal Fabricio Sidoti, a cargo de la investigación, confirmó los cuatro sospechosos están imputados por los delitos de “abuso sexual agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores”.

“Los chicos en su relato dicen que los llevaban a la Casa de Dios, un lugar que hay en el instituto, donde los metían y las víctimas veían a través de las rendijas de la puerta lo que pasaba”, dijo el funcionario judicial en declaraciones a radio Nihuil.

Las víctimas “veían estos hechos que realizaban los curas, con acceso carnal, sexo oral”, sostuvo, y agregó que se trata de “testigos que son víctimas directas”.

El fiscal Sidoti precisó que los niños habían participado de las testimoniales en calidad de testigos, pero durante la declaración surgió que “ellos también fueron víctimas”.

“Eran chicos sordo mudos de 10, 12 años, supuestamente en el colegio no se les permitía tampoco hablar por señas y en ese momento, ellos tampoco sabían comunicarse. Ellos lo único que veían era que los curas se los llevaban”, añadió. (Infobae)

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