Román no llegaría al inicio de la pretemporada
Ya te sufre una
Lo dice el propio Juan Román Riquelme. “Tengo un hematoma que no me deja casi ni bajar del auto”. Más gráfico, imposible. Más claro, echale agua. O hielo.
Así pasa estos días el capitán del equipo de Bianchi. Va al entrenamiento, únicamente, a tomar mate y hacer algo de kinesiología “porque sino van a empezar a decir que Riquelme no va y esto y lo otro”. Sufre un desgarro de los grandes en el aductor de la pierna izquierda y el propio enganche conoce su diagnóstico y sus plazos: la recuperación le demandará entre 45 y 60 días. Lectura de calendario mediante, a exactamente un mes del inicio de la pretemporada del año que viene, la conclusión es tan clara como su dolor: Riquelme no podrá reiniciar los trabajos a la par del grupo. De ser así, hay que considerarlo como una de las bajas para lo que viene, la otra es justamente el pibe Leandro Paredes (ver página 12).
La primera parte de la rehabilitación será sólo kinésica y luego empezará a fortalecer la zona con movimientos en el gimnasio. Pero resulta negativo y molesto que en el semestre más importante de su carrera en el club, en el que se juega la renovación de su contrato que se vence el 30 de junio, no poder arrancarlo con normalidad.
Por supuesto que, una vez recuperado, tampoco lo exigirán de entrada y por eso habrá que pensar en un verano livianito para el 10, con un acondicionamiento especial y una lupa puesta sobre su anatomía. A este ritmo, habrá que ver si estará en alguno de los tres superclásicos que se disputarán en Mendoza, Córdoba y Mar del Plata.
Ya lo dijeron los dirigentes: “Si está bien, no tendremos problemas en renovarle”. Habrá que prestarle especial atención, entonces, al estado físico y a su productividad en cancha. Román manifestó que si se siente bien tiene la intención de seguir jugando, ya sea en Boca (su prioridad) o en otro club.
Se le viene un diciembre clave, en el que deberá apuntalar su recuperación y prepararse para seis meses en los que únicamente tendrá por delante los 19 partidos domésticos, pero en los que será examinado con extremo detalle. Así es la vida de Riquelme. Y él ya lo sabe.