Acelera el Gobierno todo el recambio de los aviones presidenciales
Luego de un percance en el Tango 02, desafectaron cuatro naves; avanza la compra de un nuevo avión
La seguridad aérea presidencial está en su peor crisis. El presidente Mauricio Macri volaba a bordo del avión Tango 02 hace casi un mes cuando tuvo un grave desperfecto en vuelo y al aterrizar en el aeroparque Jorge Newbery. El piloto sólo pudo evitar la tragedia con una maniobra de emergencia y el susto de jefe del Estado llevó a la Casa Rosada a acelerar la salida de servicio en forma definitiva de cuatro aviones y tres helicópteros de la flota presidencial.
El grave percance aceleró el proceso de compra de un nuevo avión que sirva tanto para viajes hacia el exterior del país como hacia las provincias. Para volar al extranjero, el Presidente debe alquilar ahora aviones que cuestan entre U$S 700.000 y U$S 1.000.000, porque el viejo Tango 01 quedó desafectado.
La única aeronave de la flota que seguirá usando Macri es el Tango 10, un Learjet 60 con capacidad para 10 pasajeros, que sólo utiliza para vuelos hacia el interior.
La preocupación escaló en el área presidencial, porque está en juego la seguridad personal del Presidente. Quedaron definitivamente fuera de servicio cuatro aviones: los Tango 01, 02, 03 y 04, así como también los tres helicópteros Sikorsky H-01, H-02 y H-03. Informes internos de la Secretaría General de la Presidencia, tanto en la actual gestión de Fernando De Andreis, como de la era kirchnerista de Oscar Parrilli, indican que el estado de esos aparatos era calamitoso.
Un allegado directo al jefe del Estado confió que el 2 de agosto último el Tango 02, un Fokker F-28 de 32 años, tras un vuelo procedente de Córdoba, casi terminó estrellada contra el Driving Range, en Costa Salguero, como ocurrió con el trágico accidente de LAPA en 1999.
En plena travesía, uno de los motores se trabó a toda potencia de aceleración y debió hacer la maniobra de aterrizaje a mayor velocidad que la conveniente. Apenas tocó la pista, el piloto apagó esa turbina y frenó la aeronave en pleno carreteo. “Mauricio podría haber terminado como el avión de LAPA”, dijo un allegado del jefe del Estado.
“Todos los aviones y helicópteros están en condiciones deplorables y no garantizan el nivel de seguridad que necesita el Presidente. Por eso han sido desafectados y se va a apurar la compra de un nuevo avión”, informó un allegado a De Andreis.
Por ese motivo, Macri vuela ahora en un helicóptero de la Policía Federal. Los helicópteros Sikorsky no tienen instrumental para detectar otros objetos en vuelo, ya sea aviones o helicópteros. Es por eso que recientemente uno de ellos estuvo cerca de colisionar con un avión Cesna 150 y todos los colaboradores del Presidente entraron en emergencia.
“Los detectores de objetos los tienen hasta los drones, no puede ser que estos helicópteros no los tengan, salieron de circulación para trasladar al Presidente”, señaló la misma fuente. Ahora, los Sikorsky se usan para vuelos domésticos de funcionarios de menor rango.
En aquel vuelo de Córdoba estaban a bordo con Macri los ministros de Transportes, Guillermo Dietrich; de Comunicaciones, Oscar Aguad; de Turismo, Gustavo Santos, y los diputados Nicolás Massot, jefe del bloque de PRO, y Mario Negri, titular de la bancada de la UCR.
El único avión al que se sigue subiendo el Presidente es el Tango 10, una pequeña aeronave de 1995. En el caso de los viajes al Exterior, Macri ha usado aviones de líneas comerciales y también alquiló aviones privados que cuestan entre US$ 700 mil y un millón, en los tramos ida y vuelta a Europa o Estados Unidos.
El viejo avión Tango 01, un Boeing 757/200, de 21 años y más de 11.000 horas de vuelo, que había sido adquirido por el ex presidente Carlos Menem, y era entonces un símbolo de lujo, ahora necesita un service de US$ 25 millones para poder seguir volando. Y el valor de venta se estima en 6 millones de dólares. Sin embargo, De Andreis conserva esperanzas en poder venderlo.
En rigor, el encargado de la operación es Hernán Bielus, secretario de Coordinación de la Presidencia, que se encarga de todas las compras y contrataciones de la Secretaria General.
“El tema es muy serio y estamos viendo como el Presidente pueda tener una flota presidencial seria, no puede tener esos bichos que se caen”, dijo uno de sus máximos colaboradores, preocupado porque la compra de un nuevo avión presidencial es urgente, pero podría ser mal interpretado políticamente en un contexto de recesión y con una delicada situación social.
La flota se completa con el Tango 03, también un Fokker F-28 de 32 años de antigüedad, que al igual que el 01 y el 02 está fuera de servicio. Además, existe el Tango 04, un Boeing 737/500 modelo 1993 que la Presidencia compartía con Aerolíneas Argentinas y que también salió de servicio.
La flota de helicópteros también está obsoleta y fue desafectada para traslados presidenciales. Se trata de los Sikorsky S-70 A Black Hawk, el H-01, de 1994, y de los dos Sikorsky S-76B, el H-02 y el H-03, ambos de 1991.(La Nación)