Manu a la final del Oeste
San Antonio eliminó a Portland por 4-1 y llegó a la quinta definición del Oeste en los últimos ocho años. Para Manu será la sexta. Ginóbili mejoró y cerró con 9 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias. La mala: se lesionó Tony Parker.
Los viejitos lo hicieron de nuevo. Y justo ante los jóvenes y habilidosos Blazers.
Los Spurs ratificaron por qué su programa deportivo es considerado el mejor de Estados Unidos en los últimos 15 años. Con oficio, experiencia, juego colectivo y calidad individual, San Antonio jugará la quinta final del Oeste en los últimos ochos años. Además, será la novena vez en la era Duncan y la sexta de Ginóbili. En el 2014, como en el 2003, 2005, 2007, 2008, 2012 y 2013. Esta vez eliminó a Portland, por 4-1, tras ganar el quinto por 104-82 en la madrugada del jueves. Ahora, en la definición de esta conferencia, enfrentará al ganador de Oklahoma (3)-Clippers (2), una serie que sigue este viernes.
En estos texanos que siguen haciendo historia está el mejor deportista argentino de siempre, que a los casi 37 años sigue dando una gran mano. Contra Dallas, en primera ronda, fue el MVP y en esta semi del Oeste le costó mucho más, pero siempre jugando para el equipo. En este juego tuvo nueve puntos (4-9 dobles, 0-2 triples y 1-2 libres), cuatro rebotes, tres asistencias y dos pérdidas en 19 minutos. Lo genial, pensando en la historia, es haber quedado a un triunfo más de entrar a los libros. El Big 3 de los Spurs que comparte con Parker y Duncan llegó a 109 triunfos en playoffs y queda a uno de Magic-Cooper-Abdul Jabbar, hoy el trío dueño del récord.
Esta vez el actual subcampeón lo logró sin Tony Parker, quien salió a mitad del segundo cuarto con una contractura en los isquiotibiales de la pierna izquierda y no volvió al juego. Justamente, cuando salió Tony, se hizo cargo Manu, quien sumó ocho puntos, tres asistencias y dos rebotes en le etapa inicial. También lo hizo muy bien el australiano Mills, autor de 18 tantos. Volvió a fracasar, como en los primeros tres juegos, el armador rival, Damian Lillard (6-17 de campo).
El primer cuarto fue parejo y flojo, con predominio de Tim Duncan (ocho puntos). San Antonio no engranó ofensivamente (33% de campo), pero defendió bien. Batum, que sumó siete puntos, también limitó a Parker (no anotó). En el segundo todo empezó a cambiar. El banco texano volvió a hacer diferencias: sumó 12 puntos y el equipo, con cinco triples y un brillante Leonard (13), se alejó 47-37. Pero Portland cerró mejor y quedó siete.
El tercer cuarto, ya sin Tony, comenzó con Mills y un parcial de 13-2 para empezar a quebrar a Portland. Ya sin confianza, la visita apenas se animó. El banco local, otra vez clave (superó 40-8 al rival, sin Mo Williams, quien no jugó por un tirón en la ingle), y los últimos minutos estuvieron demás. San Antonio fue demasiado equipo para estos chicos de Portland. Viejo es el viento y sigue soplando.