Cuatro años de cárcel para el policía que mató a un afroamericano en Oklahoma
ROBERT BATES, 74 AÑOS, EJECUTIVO DE UNA EMPRESA ASEGURADORA, TRABAJABA COMO VOLUNTARIO PARA LA OFICINA DEL SHERIFF DEL CONDADO DE TULSA CUANDO EL 2 DE ABRIL DE 2015 ASESINÓ A ERIC HARRIS, LO QUE QUEDÓ REGISTRADO EN VIDEO.
Una condena de cuatro años de cárcel por ser culpable de homicidio en segundo grado recibió este miércoles el agente de policía blanco que mató a tiros a un afronorteamericano desarmado hace un año en Oklahoma, Estados Unidos.
Los abogados de Bates argumentaron que su cliente confundió el revolver reglamentario con la pistola eléctrica tipo “Taser”, el arma que supuestamente pretendía usar, pero esa explicación no convenció a un jurado que solo deliberó durante tres horas y lo declaró culpable hace un mes.
El jurado también recomendó entonces la pena de cuatro años, la máxima prevista para estos casos, a la que Bates fue este miércoles condenado.
La defensa de Bates ya anunció que planea recurrir la condena alegando una serie de problemas médicos que supuestamente sufre el anciano como apnea en el sueño, enfermedades cardiovasculares y niveles bajos de testosterona.
En el momento del homicidio, Harris había caído en una operación encubierta y huía de los agentes a los que había intentado vender un arma de la que ya se había deshecho.
En un vídeo difundido previamente a través de los medios de comunicación y mostrado durante el juicio, se escucha decir al agente reservista Harris, después de perseguir a Harris y paralizarlo en el suelo con ayuda de otros agentes: “Oh, le disparé. Lo lamento”.
“Oh Dios. Oh, me ha disparado”, dice entonces el afro, que alerta a los policías de que no puede respirar, mientras uno de ellos presiona su rodilla contra su cara y los otros le sujetan los brazos.
“Al diablo tu respiración”, responde uno de los agentes a Eric Harris, que fue trasladado en una ambulancia de emergencias al hospital de la ciudad, donde falleció una hora más tarde.
El asesinato de Harris llegó en pleno cuestionamiento de las fuerzas de seguridad en Estados Unidos tras la muerte de varias personas afrodescendientes e hispanas a manos de la Policía, un espiral que empezó un año antes con el caso Michael Brown en Ferguson, Missouri. (Agencia Télam)