Dan a conocer el veredicto del juicio a portero acusado del femicidio de su concubina
EL VEREDICTO EN EL JUICIO A UN PORTERO ACUSADO DE HABER ESTRANGULADO EN JULIO DE 2013 A SU CONCUBINA Y OCULTADO EL CADÁVER EN EL POZO CIEGO DE SU CASA, EN LA LOCALIDAD BONAERENSE DE TEMPERLEY, SE CONOCERÁ ESTA MAÑANA EN LOS TRIBUNALES DE LOMAS DE ZAMORA.
La audiencia comenzará a las 11 en el edificio judicial situado en avenida Presidente Perón (ex Camino Negro) y Larroque, de Banfield, en la zona sur del conurbano, y la prensa podrá estar presente en la lectura del fallo.
Fuentes judiciales informaron que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 de Lomas de Zamora sólo comunicará al imputado Alberto Ponce (42) y las demás partes del proceso la parte resolutiva de la sentencia y luego entregará copias de los fundamentos de la misma.
En su alegato de la semana pasada, el fiscal de juicio Pablo Pando solicitó que Ponce sea condenado a prisión perpetua por el “homicidio calificado por el vínculo, ensañamiento y violencia de género” de Susana Leiva (38).
Las fuentes precisaron que como pruebas, el fiscal valoró las dos declaraciones del acusado -la de la instrucción de la causa y la del juicio- en las que reconoció haber ocultado el cadáver, aunque aclaró que no recordaba haberla matado a pesar de que se encontraba con ella al momento del crimen.
En ese sentido, el representante del Ministerio Público recordó que los peritajes psicológicos y psiquiátricos descartaron que esa supuesta falta de memoria tuviera una base científica.
Luego, Jorge Monasterky, abogado del particular damnificado, coincidió con el requerimiento de la fiscalía y solicitó la misma pena por los mismos delitos.
El letrado destacó los testimonios de los dos policías que declararon que, una vez detenido, el acusado les reconoció haber matado a su mujer y también los dichos de Angelia Baincheto, una hermana de Leiva, quien sostuvo que los “celos” de Ponce motivaban “reclamos, peleas y agresiones verbales” hacia Susana.
Y, por último, remarcó el “daño irreparable” que causó el imputado a los dos hijos menores de edad de Leiva privándolos de “tener una madre y una vida familiar normal”.
En tanto, el defensor oficial Sergio Tenuta pidió que Ponce sea condenado por “encubrimiento de un homicidio simple” por haber ocultado el cadáver y, subsidiariamente, por “exceso en su legítima defensa”, al tiempo que postuló la inconstitucionalidad de la prisión perpetua, en base a lo cual, solicitó que la pena no podía superar los 30 años.
Tras los alegatos de las partes, el tribunal, presidido por Nicolás Amoroso e integrado por los vocales Alejandro Sgarlatta y Gustavo Ramilo, dispuso que el acusado pronunciara sus “últimas palabras” en las que éste dijo que es “un buen hombre”, que se llevaba “bien” con Leiva y que nunca tuvo motivos para matarla.
El hecho ventilado en el debate comenzó a investigarse el 20 de julio de 2013, cuando Ponce denunció ante la Policía la desaparición de Leiva de la casa situada Blanco Encalada 245, de Temperley, en la zona sur del conurbano, donde convivían junto a su bebé de 18 meses y un hijo de ella producto de la relación anterior.
A partir de esa denuncia comenzó la búsqueda de Leiva aunque su familia sospechó desde el inicio que la desaparición podía relacionarse con su situación sentimental con Ponce.
El 24 de julio, la Policía allanó la casa de la pareja en Temperley y encontró el cadáver de la mujer en el pozo ciego del inmueble.
Al momento del hallazgo, Ponce no se hallaba en la vivienda, por lo que comenzó a ser buscado por los investigadores que horas después lo detuvieron en el barrio proteño de Constitución.
En tanto, los resultados de la autopsia al cuerpo de Leiva determinaron que la mujer murió entre la noche del 18 de julio y la madrugada del 19, por estrangulamiento manual y que también recibió cuatro puntazos en el abdomen, golpes en el rostro y quemaduras de cigarrillo en la espalda. (Agencia Télam)