Argentina debe “sin dudas contactarse y trabajar con el nuevo gobierno de Brasil
LA CANCILLER SUSANA MALCORRA REITERÓ QUE PARA EL GOBIERNO “NO HAY NINGUNA RAZÓN PARA DECIR QUE EL PROCESO” QUE DESTITUYÓ A LA MANDATARIA DILMA ROUSSEFF “NO HA SIDO LEGAL”. FUE AL RECIBIR AL NUEVO CANCILLER DE BRASIL, JOSÉ SERRA.
La ministra ofreció una conferencia de prensa en Casa Rosada luego de que el presidente Mauricio Macri formalizara su postulación como titular de las Naciones Unidas y brindó detalles sobre la visita oficial del Canciller brasilero, quien además de reunirse y suscribir convenios con su par argentina, fue recibido en audiencia privada por el Presidente.
Explicó que la reunión fue “una señal clara de continuidad institucional y de trabajar con nuestro principal socio, como lo hemos dicho en múltiples ocasiones: Brasil es el socio de la Argentina y lo que pase en Brasil afecta a lo que pase en la Argentina. Como tal, no tenemos alternativa más que trabajar junto con ellos”.
Acordaron un nuevo mecanismo de diálogo bilateral que tendrá, entre sus principales objetivos, restaurar el retroceso de más de 40 por ciento registrado en el intercambio durante los últimos cinco años y revertir el creciente desbalance, que implicó un déficit para Argentina de 1.300 millones de dólares en el primer cuatrimestre de 2016, con importaciones en alza y exportaciones en caída, producto de la crisis brasileña.
El Mecanismo de Coordinación Política fue establecido en un memorando de entendimiento firmado hoy en el Palacio San Martín, donde la canciller Malcorra recibió a Serra, quien a dos semanas de haberse hecho cargo de la diplomacia brasileña, eligió a la Argentina como primer destino en reconocimiento del gobierno de Mauricio Macri al proceso institucional dispuesto en Brasil para resolver la crisis política que desembocó en la suspensión por 180 días de la presidenta Dilma Rouseff.
En horas, Serra también fue recibido por el presidente Macri en Casa de Gobierno, como una señal inequívoca de la importancia que tiene también para la Argentina el vínculo con Brasil.
El mecanismo tendrá como objetivo el intercambio de la agenda bilateral y regional para seguimiento de proyectos estratégicos de integración, especialmente en las áreas de comercio, energía, ciencia, tecnología e innovación, defensa e industria aeronáutica.
La necesidad de reactivar el espacio de diálogo en materia de comercio bilateral era esperado por varios sectores productivos argentinos, preocupados ante una eventual apertura indiscriminada de las importaciones a partir del nuevo sistema de administración del comercio y a los excedentes exportables que generó la crisis en Brasil y que podrían tener como destino final a la Argentina.
Ese temor comenzó a cristalizar en la relación comercial que, marcada en los últimos años por la recesión y la falta de crecimiento en ambos países, adquirió una nueva tendencia a partir de la profundización de la crisis en Brasil, que perjudicó a casi todos los rubros que Argentina exporta hacia ese mercado.
Las exportaciones hacia Brasil cayeron en 2015 más que el doble de lo que lo hicieron las importaciones, con variaciones acumuladas del -27,3 y el -10,4 por ciento, respectivamente.
En el primer cuatrimestre del año, en cambio, las exportaciones continuaron en retroceso pero las importaciones aumentaron y determinaron un déficit para Argentina de 1.388 millones de dólares, además de una caída del intercambio de 6,1 por ciento.
Las ventas al país vecino disminuyeron en el período 25,1 por ciento y las compras aumentaron 0,8 por ciento, pero en abril la brecha se amplió, al caer las exportaciones 17,2 por ciento y crecer las importaciones 4,2 por ciento, en términos interanuales, lo que determinó un déficit mensual de 276 millones de dólares, más del triple de los 71 millones registrados durante el mismo mes de 2015
De acuerdo con el análisis, el crecimiento del déficit se explica por la crisis brasileña y un deterioro de la competitividad (aún pese a la apreciación nominal del real que se encuentra un 15% por debajo del pico de enero, y a la devaluación del peso) que dificultan el panorama para las exportaciones hacia Brasil y por otro lado un crecimiento en los saldos exportables brasileños debido a la contracción en su mercado interno, que alientan a un crecimiento en las importaciones.
Debido a que 40 por ciento de las ventas son manufacturas industriales, el menor poder de compra brasileño “tracciona con fuerza el derrumbe de las exportaciones industriales del país”, con un panorama poco alentador, ya que las estimaciones del Banco Central de Brasil estimó una caída de 3,9 por ciento de la actividad.
Automóviles y autopartes, vehículos de carga, trigo en grano, insecticidas, peras frescas, productos de perfumería, motores para vehículos y cebada en grano, son los rubros más afectados por las menores ventas a Brasil.
El crecimiento de las importaciones, en tanto, se concentró en vehículos de carga y automóviles, tractores, neumáticos, óxido de aluminio y material para vías férreas. (Agencia Télam)