Volvió con todo Rafa Nadal: ¿Podrá superar a Vilas en polvo?
Con el título en Barcelona igualó el récord de 49 trofeos sobre polvo de ladrillo de Guillermo Vilas y reforzó su figura de cara a París.
Recordar es esencial, sobre todo si uno olvidó por tanto tiempo. Es lo que le está sucediendo a Rafael Nadal, que pasó de ser inabordable durante una década en canchas de polvo de ladrillo a llamativamente frágil en el último año.
Ya no, Nadal está comenzando a recordar el abrumador tenista que fue. Si en Montecarlo cumplió con el primer paso -ganar incluso sin jugar bien-, en Barcelona logró las dos “g”, supo ganar y gustar. Lo sufrió el japonés Kei Nishikori, derrotado por 6-4 y 7-5 en una fría tarde en la segunda ciudad de España que el mallorquín terminó de manera inusual, lanzándose a la pileta del Real Club de Tenis Barcelona para festejar junto a una docena de ball-boys. Nadal, que con 49 títulos en polvo de ladrillo igualó el récord de Guillermo Vilas, tenía buenas razones para darse el chapuzón. “Llevo dos semanas muy importantes para mí”, admitió el nueve veces campeon de Roland Garros, nueve veces campeón de Montecarlo… y ahora nueve veces campeón de Barcelona.
No exagera el zurdo. Una semana atrás ganó en Mónaco un trofeo que no alzaba desde 2013, y lo mismo le sucedió ayer en un club del que es socio y que en los dos últimos años lo había visto caer ante rivales inferiores, Nicolás Almagro en 2014 y Fabio Fognini en 2015.
Tan inusuales fueron las últimas dos temporadas de Nadal, que el título en Barcelona le permitió algo que no vivía desde hacía tres años: ganar dos trofeos en semanas consecutivas. Lo que antes era normal, hoy es noticia.
¿Es Nadal ya aquel que encadenó 81 victorias consecutivas sobre arcilla entre 2005 y 2007, aquel que en 2013 fue por última vez número uno del mundo? No, no lo es, y a dos meses de que sople las 30 velitas quizás no vuelva a serlo. Pero el Nadal de Barcelona fue mejor, claramente mejor, que el de Mónaco. Por primera vez en meses comprueba que el trabajo paga, que el futuro promete y que su tenis no está perimido.
Nishikori es una muy buena medida para Nadal. Dos años atrás lo tenía llamativamente dominado en una final de Madrid en la que sólo una lesión frenó al japonés. Ayer, con su tenis veloz, compacto y pleno de quirúrgicos ángulos de golpes planos, Nishikori hizo sufrir a Nadal. Si el español ganó fue por mérito propio: cuando la presión crecía, su tenis también subió, cuando el japonés amenazaba, su mente se mostró de hierro. La noticia es buena para Nadal, pero también para el tenis a exactas cuatro semanas del Abierto de Francia. Tras la inesperada derrota tempranera de Novak Djokovic en Montecarlo, sólo quedan dos citas, Madrid y Roma, en las que el español y el serbio se cruzarán antes de desenfundar sus raquetas en el Bois de Boulogne.
Madrid, dentro de una semana, es un torneo históricamente incómodo para Nadal, que se queja de la altura -no mucha, apenas 550 metros sobre el nivel del mar- y de los manejos de la organización que comanda Ion Tiriac. Roma, en cambio, es, un escenario con condiciones hechas a la medida del español, que se enamoró del Foro Itálico desde que en 2005 derrotó a Guillermo Coria en una épica final.
Aunque para finales, la de París: con ella sueña Nadal, con ese inédito e increíble décimo título que dos años atrás parecía en el bolsillo y hoy, de atraparlo, sería quizás más hazaña, quizás más épico que nunca.
El récord en que Nadal no podrá superar a Vilas:
El argentino sigue siendo el jugador con más partidos ganados en polvo de ladrillo en la historia.
Los números, muchas veces, sirven para poner en contexto situaciones. Se dice que Rafael Nadal es el mejor jugador de todos los tiempos en polvo de ladrillo. Y hay datos contundentes que lo avalan, como sus nueve títulos consecutivos en Roland Garros. Insuperable.
Pero le costó mucho al español alcanzar la marca de los 49 títulos en polvo de ladrillo de Guillermo Vilas. Lo consiguó ayer tras el triunfo ante Nishikori en Conde de Godó. Es cierto que el circuito actual tiene mucho menos espacio para la arcilla si se lo compara con la época en la que jugaba el marplatense.
Como sea, sólo un cataclismo tenístico evitaría que Nadal supere los 49 títulos de Vilas sobre polvo de ladrillo. Del mismo modo, parece imposible que Nadal, de 29 años, alcance el más impactante de los récords de Vilas, que tiene 659 triunfos sobre esa superficie.
En la lista, lo siguen el español Manuel Orantes, con 501, y Nadal, con 358.
- 1) Guillermo Vilas (Argentina), 659 triunfos-162 derrotas
- 2) Manuel Orantes (España), 501-149
- 3) Thomas Muster (Austria), 422-127
- 4) José Higueras (España), 378-166
- 5) Eddie Dibbs (EE.UU.), 370-128
- 6) Rafael Nadal (España), 358-32
- 7) Carlos Moyá (España), 337-143
- 8) Ilie Nastase (Rumania), 333-97
- 9) Ivan Lendl (ex Checoslovaquia y EE.UU.), 327-76
- 10) Andrés Gómez (Ecuador), 322-137.
- Fuente: Canchallena.com