Burundanga, el “fantasma” que está rodeado de muchos mitos
El director de Toxicología de la provincia de Mendoza, Sergio Saracco, dijo que “hay parte de mito y parte de realidad en todo lo que se habla de la burundanga”.
“Hay que saber que la sustancia es extraída de plantas solanáceas como el floripondio, la mandrágora o la brugmansia. Estas plantas tienen alcaloides y afectan tanto el sistema nervioso central como el periférico, especialmente a los neurotransmisores”, indicó el funcionario, quien resaltó que su uso -motivado por los principios activos de los alcaloides- data de la antigüedad.
En Roma, por ejemplo, en las ceremonias en honor al dios Baco estaban presentes estas sustancias con el objetivo de causar alucinaciones y cuadros de delirio.
“También tiene un uso medicinal, aunque está presente de forma sintetizada. Por ejemplo, en algunas gotas oftalmológicas para dilatar las pupilas está la burundanga, pero son dosis bajísimas y de origen sintético”, aclaró.
Los efectos más notorios en quienes consumen esta sustancia -ya sea de forma voluntaria o no- son alucinaciones y delirios, y para esto se extrae el principio activo de los alcaloides y se los concentra en polvo. Además produce sequedad de mucosas, dilatación de pupilas -motivo por el que la luz molesta a quien la ha consumido-, enrojecimiento de la piel y trastorno del equilibrio.
“Una dosis de 10 miligramos produce un cuadro de pasividad completa en la víctima, que entra en un estado de sumisión química. Ante esta ausencia de la inteligencia, se comporta de forma autómata y es el momento en que los victimarios le sacan información o la llevan al domicilio, y es la propia víctima quien colabora dándoles información privada.
Incluso, también produce un estado de amnesia anterógrada (es uno de sus efectos residuales), por lo que la víctima no recuerda luego que ocurrió en ese momento ni antes del evento tampoco”, destacó Saracco.
Asimismo, contó que por lo general es muy difícil determinar cuándo y quién suministró burundanga a una persona, y a veces es imposible detectarla en el organismo, por lo que se puede calificar de droga “fantasma”.
“Las dosis que se suministran son muy pequeñas y se metabolizan. A eso se le suma que la víctima hace la denuncia y es analizada mucho tiempo después de que la ingirió, por lo que ya no hay rastros. En el caso de las chicas mendocinas en Ecuador, se habría podido detectar burundanga debido a que cuando la persona muere, el cuerpo deja de metabolizar la sustancia y queda intacta. Eso significaría que entre que les dieron la droga y perdieron la vida no transcurrió demasiado tiempo”, destacó Saracco.
El director de Toxicología de la provincia aseguró que hay mucho de mito en torno a la burundanga. Por ejemplo, cadenas por las redes sociales que indican que chicas y jóvenes han sido “dormidas” en el acto luego de tocar un papel o ingerir un polvo a bordo de un colectivo.
“La burundanga no duerme en el acto. Es una droga con buena absorción digestiva y mucosa, por lo que la mejor vía de ingreso es con una bebida, un caramelo o chocolate, e -incluso- fumándola. Pero a través de la piel es muy difícil que se absorba”, indicó el especialista.
Sobre el efecto de latencia -período entre que se consume y hace efecto-, Saracco destacó que puede pasar entre una y dos horas hasta que la persona comience a sentir las consecuencias. “Si fuese tan potente, el victimario debería llevarla usando guantes y hasta con una escafandra ya que quedaría más expuesto. Las únicas drogas que tienen efecto prácticamente inmediato son las que se suministran por vía intravenosa, y tampoco es en el acto”, aclaró el médico. (Diario Los Andes)