En Córdoba dicen que “Olimpo se llevó mucho con muy poco”
ESCRIBE JOAQUÍN AGUIRRE / LA VOZ
El fútbol no tiene misterios, suelen decir algunos viejos zorros que habitan el planeta redondo. Y algo de eso hubo en la cuarta derrota de Belgrano en condición de visitante en este torneo. No hay misterios si ambos equipos se protegen y cuando uno falla, el otro factura.
Tampoco hay nada raro si un equipo como Belgrano, que pretende ser protagonista del torneo, arriesga poco y encima se desconcentra en un duelo tan cerrado.
Olimpo superó al Pirata sólo porque convirtió dos goles. No hubo un planteo extraordinario de parte de Cristian Díaz, que el sábado dirigió su tercer juego en el aurinegro. No hubo una diferencia notoria en el campo.
Sí fue clara la intención del local de lastimar con gente rápida como Joel Amoroso y Orlando Gaona Lugo (entró a los 7 minutos por la lesión de Pizzini). En cambio, Belgrano abusó del pelotazo para Obolo, que de tanto fajarse de espaldas al arco rival, casi no tuvo oxígeno para habilitar a sus compañeros en ataque.
El gran trabajo del “29”, desgastando defensores y recibiendo la pelota, no supo ser aprovechado por el “Picante” Pereyra (desconectado y fastidioso) ni por los volantes. Y los laterales tampoco se sumaron en el ataque.
Aunque por momentos defeccionó, la defensa de Olimpo terminó anulando todos los caminos explorados por el Celeste. Simple, sin hacer nada fuera de lo común: evitando que los volantes rivales llegaran solos al área custodiada por Champagne.
El conjunto de Zielinski no tuvo claridad en el mediocampo. Prediger lució errático a la hora de entregar el balón y a Bolatti le costó encontrar espacios para ofrecer su toque distinto.
“El Gringo” jugó más para atrás y hacia los costados que hacia adelante. Le sobró elegancia y le faltó daño con su pase vertical. Etevenaux y Velázquez no consiguieron lastimar.
Olimpo se cerró y apenas si el “10” pudo rematar dos veces desde afuera del área.
En el segundo tiempo, con el partido más abierto, llegó a posición de gol después de una habilitación de Obolo, pero su remate, con el arco prácticamente solo, se fue desviado.
Antes del final, el error de Bolatti en la puerta del área le permitió al local dar el golpe de gracia. Con poco, Olimpo se llevó mucho.