ABSA anunció que ya envía agua a la red local
La empresa ABSA anunció este miércoles que la planta potabilizadora de Patagonia ya se encuentra enviando agua a la red y que mañana se normalizará el servicio.
A través de un comunicado, la prestataria sostuvo la presión volvería en las próximas horas.
La rotura detectada en la cañería de salida de la Planta Patagonia se fue generando como consecuencia de la presión que ejercía una pieza de acero de 35 toneladas sobre la cañería de hormigón de 1,50 metros de diámetro. La característica asimétrica de dicha pieza de acero y su peso tornaron imposible alienarla con la cañería y permitir la colocación de una junta –tipo Pey–, tal como se había previsto en primera instancia.
Por esta razón, se adoptó la decisión de proceder a la unión de los dos caños a través de la construcción de una nueva junta mediante el uso de 18m3 de hormigón, permitiendo así absorber las diferencias de alineación de un caño con el otro.
El deterioro de la cañería se fue dando a través del tiempo, generando la rotura de la cabeza de unión de hormigón armado del único conducto de salida, el cual transporta un promedio de 10.000 m3/hora de producción de agua para los usuarios.
Por las características de la pérdida y el sector donde se encontraba –a seis metros de profundidad– las tareas de reparación se desarrollaron buscando optimizar los tiempos.
Para los arreglos se utilizaron maquinarias de gran porte, por caso dos retroexcavadoras sobre oruga (para excavación y colocar las bombas), dos hidrogrúas, dos electrobombas de gran caudal (KSB 3200 y Flygt 3152), 18 m3 de hormigón y un grupo electrógeno. Se contó con personal de cuadrillas locales, asistencia de personal de región 3, sumados a otro de mantenimiento regional, del dique y acueducto. Todas las acciones fueron coordinadas por el jefe de sucursal, el responsable de operaciones y el gerente regional.
De manera simultánea se contempló un Plan de Contingencia, el cual consistió en la entrega de suministro alternativo mediante camiones cisterna, priorizando centros de salud, hospitales y clínicas. Este plan se mantuvo desde el momento en que se detectó la disminución de los caudales y las presiones, quedando la producción reducida a un 70%, y se intensificó cuando se debió suspender la producción de la planta para concretar el hormigonado y permitir el necesario tiempo de fraguado.
