El papa llamó al mundo entero a rezar por #Siria
El Sumo Pontífice preside este lunes la Jornada mundial de ayuno y oración por la paz en la Plaza de San Pedro.
Cientos de miles de refugiados continúan llegando a una Europa que salió del letargo y la indiferencia al ver el drama de los inmigrantes resumido en la tragedia del pequeño Aylan. Convertido en un ícono del mercenario negocio de quienes lucran con la desesperación de aquellos que dejan o venden lo poco que les queda para salvar sus vidas, este pequeño niño sirio ahogado en las costas turcas encendió las luces de alerta en la comunidad internacional.
Siria se ha convertido, desde que comenzó la guerra civil hace cuatro años, en el país con mayor número de desplazados internos del mundo; cerca de 8 millones de personas han tenido que huir de sus casas y se estima que alrededor del 40% de su población ya no vive en el país.
Frente a conflictos que parecieran no tener fin, el Papa insiste una vez mas en la búsqueda de una solución frente al “drama de la guerra, madre de toda pobreza, depredadora de vidas y almas” como twiteó el pasado viernes. Y un gesto concreto tiene lugar hoy en el Vaticano: junto a los “hermanos cristianos no católicos, a los pertenecientes a las demás religiones y a los hombres de buena voluntad”, según la invitación que hizo llegar, participa en la Plaza de San Pedro desde las 19 hs. hasta medianoche, de una jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio y en el mundo entero.
¿En qué consiste el ayuno? El ayuno implica una actitud de fe, de humildad, de total dependencia de Dios y es inseparable de la oración y de la justicia; el ayuno está orientado sobretodo a la conversión del corazón, sin la cual no tiene sentido.
En vísperas de la fiesta de la Natividad de María, Reina de la Paz, y convocando a todo el arco religioso y personas de buena voluntad,Francisco recurre una vez mas al poder de la oración al que él y sus antecesores han recurrido en otras oportunidades como el beato Juan Pablo II cuando tras los atentados de las Torres Gemelas en el 2001 invitó a vivir el 14 de diciembre de ese año como un día de ayuno y oración.