Ginóbili y Valdano, dos referentes que apuestan a la motivación
El basquebolista y el ex jugador de fútbol apelaron a su experiencia y brindaron consejos sobre liderazgo, desarrollo del talento y superación de las adversidades.
El auditorio de la Usina del Arte, en el barrio porteño de La Boca, fue el marco ideal para la charla sobre liderazgo que brindaron dos grandes referentes del deporte argentino como Emanuel Ginóbili y Jorge Valdano. Desde la experiencia adquirida en las disciplinas en las que les ha tocado brillar, el basquebolista y el ex jugador de fútbol aportaron sus consejos y perspectivassobre desarrollo del talento ante más de 500 asistentes.
En el marco del evento “Be a team. Motivación, talento y liderazgo”, el campeón con la selección argentina en el Mundial de México 1986 hizo hincapié en lo que denominó el “territorio emocional” como factor clave en el camino al éxito, mientras que el escolta de los San Antonio Spurs apeló a relatar el peor momento de su carrera para demostrar que es posible seguir adelante aún ante la adversidad.
El primero en tomar la palabra durante la velada fue Valdano, quien no solo se basó en lo emocional como aspecto fundamental para el funcionamiento de un equipo, sino que también destacó la “capacidad formativa del deporte” y la posibilidad de trasladar sus conceptos a otras áreas de la vida social, como por ejemplo, los negocios y las empresas.
“El liderazgo se basa en la voluntad y el esfuerzo, pero también en la capacidad de resistencia a la frustración”, sostuvo el ex entrenador del Real Madrid, haciendo muestra de un concepto que luego se vincularía con la exposición de Ginóbili.
Credibilidad, pasión, esperanza, estilo, palabra, curiosidad, simplicidad, talento, poder del vestuario, humildad y éxito son los que conceptos que Valdano incluyó dentro de los que llamó“11 poderes del líder”. Se trata de capacidades que provienen del deporte, pero que son fácilmente adaptables a diversos emprendimientos sociales y económicos con el fin de lograr los objetivos planteados.
Marcelo Bielsa, Josep Guardiola, Raúl y Lionel Messi fueron solo algunas de las personalidades del fútbol que el ex jugador, autor de un gol ante Alemania en la final del Mundial del 86′, eligió para graficar cada uno de estos conceptos centrales de su pensamiento.
Finalmente, Valdano instó a los líderes a mantener tres “elogios” para allanarse el camino al éxito. En primer lugar, al sueño, para transformar los esfuerzos en desafíos. Luego, al error, para tomarlo como escuela y como algo útil a lo que no hay que temerle. Y, finalmente, al afecto.
Ginóbili, el mejor basquetbolista argentino de la historia, evitó hablar de sus múltiples éxitos y prefirió recurrir a sus momentos más oscuros para demostrar que la motivación es un aspecto clave, no solo en la vida de los deportistas, sino también de los emprendedores.
Ni la Euroliga ganada con el Kinder Bologna de Italia, cuando también fue elegido el jugador más valioso del certamen, ni su primer anillo de la NBA con San Antonio Spurs en el 2003 ni la medalla de Oro con la selección argentina en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. ‘Manu’ consideró queuno de los momentos que más lo definió en su rica carrera fue la decepción de la temporada 2012-2013 con el equipo texano.
En aquella ocasión, a Ginóbili lo aquejaron las lesiones y, finalmente, los Spurs se quedaron a las puertas de un nuevo título al perder las finales ante Miami Heat. El escolta reconoció que, en esa temporada, sintió la “desilusión” y el “acoso mental” que padece el atleta cuando las cosas no le salen como quiere.
“Es el momento en que empezas a sentir que no sos el mismo de antes. Yo no estaba listo para ser otro”, admitió ‘Manu’, quien no tuvo vergüenza de aceptar que, por momentos, padeció la “presión psicológica” y el “dolor”. “Retumban los comentarios de la gente”, aseguró.
El basquetbolista ofreció al auditorio los recursos con los que contó para superar ese momento de dudas y cuestionamientos, que también fueron los que le permitieron recuperarse y retomar las riendas de su vida deportiva. El poder levantarse tras la caída, el adaptarse a su “nuevo yo” y el aprender las lecciones de los fracasos fueron las claves que le posibilitaron conquistar en la temporada siguiente su cuarto anillo de la NBA.
La fuerza de Ginóbili tras el período oscuro no se agotó con un nuevo título. A los 38 años, y luego de que muchos pensaran que el retiro estaba cerca, el escolta volverá en los próximos días a Texas para intentar quedarse nuevamente con la gloria y demostrar que su capacidad de liderazgo y su voracidad competitiva están más vigentes que nunca.