Ya no será lo mismo
La empresa que creó este producto en 1960 ahora desarrolló uno nuevo, más barato, que no tiene los característicos globitos de aire. En las redes sociales, los fanáticos de apretarlos ya se lamentan.
¿Podría ser la noticia más triste del año? Bueno, tampoco hay que exagerar, pero seguro a más de uno le afectará esta nueva decisión empresarial: dejarán de fabricar el plástico de burbujas que “explotan” al aplastarlas con los dedos. Y en su lugar crearon una versión mejorada, aunque con un pequeño problema para muchos: ya no revientan.
El grupo de Facebook “Popping Bubble Wrap”, que reúne a los fanáticos de estos plásticos para embalar, está que arde. Algunos hasta cuentan que se los recetó su médico para vencer al stress. No pueden entender como la empresa Sealer Air Copr -que lleva vendiendo este producto desde 1960- decidió producir uno nuevo, parecido al original aunque más barato y que representa una diferencia fundamental: ya no habrá burbujas que revienten al apretarlas.
Si bien el cambio no será inmediato (todavía seguirá existiendo) la idea es que se deje de utilizar debido al espacio que ocupan esos plásticos. Los nuevos serán planos y según explica la empresa, los consumidores y minoristas tendrán que utilizar una bomba para inflarlos ellos mismos.
El nuevo sistema, que se llama iBubble (iBurbuja) presenta columnas conectadas, por lo que cuando se presiona una, el aire justo es empujado hacia las celdas vecinas. Hasta ahora, cada burbuja estaba separada para que se pudiera exprimir por separado y hacerlas estallar, lo que rápidamente se convirtió en un efectivo método antiestrés.
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Según cuenta el diario español La Vanguardia, el plástico fue creado originalmente en 1957 por Sealed Air, que buscaban un nuevo sistema para empapelar. Alfred Fielding y Marc Chavannes estaban haciendo los últimos retoques en su garaje en Hawthorne (Nueva Jersey), cuando se dieron cuenta de que su invento podría ser utilizado para el embalaje. El prototipo era, en realidad, dos cortinas de ducha que se pusieron juntas y crearon una capa de burbujas que podía actuar como amortiguador para golpes. El plástico se volvió tan popular que alcanzó ventas mundiales por 30.000 millones de dólares.
Pero no sólo para embalar se utiliza este plástico. En el grupo de Facebook, los fanáticos muestran que le dan usos realmente insólitos, desde un calendario a una pollera, además del método antiestrés.