A 10 años de la muerte de Nisman, la Justicia refuerza la teoría del asesinato y sigue la pista de los espías
A 10 años de la muerte del fiscal federal Alberto Nisman, que fue hallado en el baño de su departamento en Puerto Madero el 18 de enero de 2015 sin vida producto de un disparo en la cabeza, la Justicia aún intenta determinar quiénes ejecutaron su supuesto asesinato, que la hipótesis de la fiscalía que conduce Eduardo Taiano.
Se trata de un expediente que en estos años pasó de la justicia ordinaria a la federal y que giró de la hipótesis del suicidio al asesinato, aunque aún resta identificar a los autores materiales del hecho. Para Taiano, los elementos probatorios recabados en este tiempo permiten afirmar que “Nisman fue víctima de un homicidio” y que “su muerte estuvo motivada en su laboral en la UFI-AMIA”.
En el documento se hace particular énfasis en el rol que tuvieron los servicios de inteligencia y en los peritajes aún pendientes que podrían arrojar certezas sobre incógnitas del caso, que aún está lejos de elevarse a un eventual juicio oral.
La causa por la muerte del primer titular de la UFI AMIA se originó el mismo día del hecho en el fuero ordinario de la Capital Federal, a cargo de la jueza Fabiana Palmaghini y la fiscal Viviana Fein, y desde entonces enfrenta un largo derrotero judicial que combina un complejo entramado sobre el rol de los servicios de inteligencia, peritajes enfrentados y más dudas que certezas.