Cuáles son los cambios que analiza el Gobierno para mejorar la eficiencia de los hospitales públicos nacionales
El diagnóstico inicial realizado por el Ministerio de Salud de la Nación ha revelado una serie de irregularidades graves en varios hospitales nacionales. Entre los hallazgos más relevantes se destaca un sobredimensionamiento de la planta de personal, especialmente en cargos jerárquicos que no solo duplicaban funciones, sino que absorbían una gran cantidad de recursos que podrían haberse destinado a otras áreas esenciales.
Además, se detectaron irregularidades en los servicios tercerizados. En algunos hospitales, como el Garrahan y El Cruce, se encontraron diferencias extremas en los costos de los servicios tercerizados como vigilancia y limpieza. Por ejemplo, la hora-hombre de vigilancia en el Hospital Garrahan costaba $8.000, mientras que en El Cruce ascendía a $19.536, lo que representaba una distorsión del 144%. Esta diferencia en precios se extendía a otros servicios, como los de limpieza y mantenimiento, lo que generaba un gasto innecesario.
También se identificaron compras de insumos por encima de los precios del mercado y desigualdad en la asignación del presupuesto, donde algunos hospitales recibían más recursos que otros, a pesar de una demanda similar o incluso mayor.
El Ministerio de Salud, a través del Decreto 171/24, ha implementado un plan de reestructuración y eficiencia en los hospitales nacionales. Este plan tiene como objetivo principal ordenar los recursos, priorizar el gasto en atención de calidad para los pacientes y reducir las ineficiencias en la gestión de los hospitales. Entre las principales medidas adoptadas se encuentran:
- Renegociación y suspensión de contratos con empresas tercerizadas que tenían cláusulas de ajuste y generaban gastos innecesarios.
- Homogeneización de precios testigo a través de la SIGEN (Sindicatura General de la Nación) para evitar disparidades injustificadas en los costos.
- Revisión de estructuras jerárquicas y de dotación de personal, eliminando cargos innecesarios y duplicaciones.
- Reducción de servicios tercerizados que no aportaban valor al funcionamiento de los hospitales.
En el caso del Hospital Bonaparte, se constató que un 78% del presupuesto estaba destinado al personal, una cifra significativamente más alta que el promedio de otros hospitales nacionales (59%). Además, se identificaron serias ineficiencias en el uso de las camas disponibles y una duplicación de servicios en diversas áreas, lo que resultaba en una atención deficitaria para los pacientes.