viernes, noviembre 22, 2024
Internacionales

El papa denuncia “la vergonzosa incapacidad” para frenar la escalada de violencia en Medio Oriente

El papa denunció “la vergonzosa incapacidad” de la comunidad internacional y de los países más poderosos para silenciar las armas y para frenar la escalada de violencia en Medio Oriente, cuando se cumplió un año del ataque de Hamas a Israel.

“La sangre corre, las lágrimas también; la ira aumenta, junto con el deseo de venganza, mientras parece que pocos se preocupan por lo que más se necesita y lo que la gente desea: el diálogo, la paz. No me canso de repetir que la guerra es una derrota, que las armas no construyen el futuro sino que lo destruyen, que la violencia nunca trae la paz”, aseguró Francisco en una carta enviada a los católicos de esa región.

El Pontífice lamentó que la mecha del odio “prendió” y deflagró en una espiral de violencia, “ante la vergonzosa incapacidad de la comunidad internacional y de los países más poderosos para silenciar las armas y poner fin a la tragedia de la guerra”.

Además, constató en la misiva –enviada cuando se cumplió un año de los ataques sorpresa por parte de la organización terrorista de Hamás a Israel que dejaron 1.200 víctimas mortales y que se convirtió en la mecha que prendió la guerra en la franja de Gaza y ahora en Líbano– que “se habla mucho de planes y estrategias, pero poco de la situación concreta de los que sufren la guerra, que los poderosos hacen hacer a los demás”.

Y continuó: “Estoy con vosotros, habitantes de Gaza, golpeados y agotados, que estáis diariamente en mi pensamiento y en mis oraciones. Estoy con vosotros, obligados a dejar vuestros hogares, a abandonar la escuela y el trabajo, a vagar en busca de un destino para escapar de las bombas. Estoy con vosotros, madres que derramáis lágrimas mirando a vuestros hijos muertos o heridos, como María viendo a Jesús; con vosotros, pequeños que habitáis las grandes tierras de Oriente Medio, donde las conspiraciones de los poderosos os arrebatan el derecho a jugar”.

Francisco mostró su cercanía a los que tienen miedo “de mirar hacia arriba porque llueve fuego del cielo”. Dirigiéndose a las comunidades cristianas en la región, el Papa les dijo que son “una semilla amada por Dios” que está “aparentemente sofocada por la tierra que la cubre” pero que “sabe siempre encontrar el camino hacia arriba, hacia la luz, para dar fruto y dar vida”.

Y les exhortó así a no dejarse “tragar por las tinieblas” que les rodean y a convertirse en “brotes de esperanza, porque la luz de la fe os lleva a dar testimonio del amor mientras se habla de odio, del encuentro mientras cunde el enfrentamiento, de la unidad mientras todo se vuelve oposición”.

En este sentido, recordó la jornada de oración y ayuno que convocó para este lunes.

El domingo se trasladó a la basílica de Santa María la Mayor para rezar el Rosario e invocar la paz. (Europa Press)

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