Muerte de Matthew Perry lleva a cargos contra médicos, su asistente y una narcotraficante
Casi 10 meses después de la muerte de Matthew Perry, la extensa investigación sobre la ketamina que lo mató salió a la luz con el anuncio de que cinco personas habían sido acusadas de llevar a la sobredosis del astro de “friends”.
A continuación, los puntos clave que debe saber sobre el caso, incluidas las dos personas que podrían ir a juicio y la posibilidad de la más severa de las sentencias de prisión.
Se esperaban uno o más arrestos desde que investigadores de tres agencias diferentes revelaron en mayo que habían llevado a cabo una investigación conjunta sobre cómo Perry, de 54 años, obtuvo cantidades tan grandes de ketamina.
El actor era uno de los cada vez más frecuentes pacientes que utilizan la ketamina, un poderoso anestésico quirúrgico legal, con un fin diferente al indicado en su etiqueta para tratar la depresión, o en otros casos el dolor crónico.
Informes recientes sugirieron que las acusaciones podrían ser inminentes, pero pocos observadores externos, si es que alguno, sabían cuán amplios serían los cargos, llegando mucho más lejos que los casos anteriores derivados de sobredosis de celebridades.
Cuando Michael Jackson murió en 2009 por una dosis letal del anestésico propofol, fue acusado su médico, quien era el encargado de proporcionárselo. Después de que el rapero Mac Miller murió en 2017, dos hombres que los fiscales describieron como un traficante y un intermediario fueron condenados por proporcionar oxicodona mezclada con fentanilo que ayudó a matarlo.
Pero el caso de Perry atrajo a ambos tipos de personas, con acusaciones contra médicos y distribuidores ilegales de la droga que, según los fiscales, se aprovecharon de las largas y públicas luchas de Perry contra la adicción. La investigación incluso persiguió al asistente personal del actor que, según los fiscales, lo ayudó a conseguir ketamina y se la inyectó directamente antes de que Perry fuera encontrado muerto en su jacuzzi el 28 de octubre de 2023.
“Sabían que lo que estaban haciendo corría el riesgo de poner en peligro al señor Perry. Pero lo hicieron de todos modos”, dijo el fiscal federal Martín Estrada al anunciar los cargos.
La acusación estaba en marcha incluso antes del anuncio. Dos personas, entre ellas el asistente, Kenneth Iwamasa, y un conocido de Perry, Eric Fleming, se declararon culpables de conspiración para distribuir la droga. Un médico de San Diego, el Dr. Mark Chavez, acordó declararse culpable.
Eso deja a los fiscales libres para perseguir a sus dos principales objetivos.
Una acusación presentada el jueves alega que Perry acudió al médico de Los Ángeles, Salvador Plasencia, cuando sus médicos habituales se negaron a proporcionarle más ketamina. Los fiscales alegan que Plasencia aprovechó la desesperación y la adicción de Perry, haciendo que pagara 55.000 dólares en efectivo por grandes cantidades de la droga en los dos meses previos a su muerte.
“Me pregunto cuánto pagará este imbécil”, escribió Plasencia a un coacusado, según los documentos judiciales.
Plasencia se declaró inocente de siete cargos de distribución de ketamina en una comparecencia ante un tribunal federal el jueves por la tarde.
El abogado de Plasencia, Stefan Sacks, dijo fuera de la corte que él “estaba actuando con lo que él pensaba que eran las mejores intenciones médicas”, y sus acciones “ciertamente no alcanzaron el nivel de mala conducta criminal”.
Los fiscales alegan que Jasveen Sangha, a quien describen como una traficante de drogas conocida por los clientes como la “Reina de la Ketamina”, proporcionó las dosis de la droga que realmente mató a Perry, inyectada al actor por Iwamasa con jeringas suministradas por Plasencia.
Sangha también se declaró inocente. Su abogada, Alexandra Kazarian, ridiculizó el apodo de “reina” como creado para el consumo mediático durante la audiencia. La abogada se negó a comentar sobre el caso fuera de la corte.
Los fiscales dicen que el otro médico en el caso, Chavez, ayudó a Plasencia a obtener la ketamina que le dio a Perry, mientras que un conocido de Perry, Fleming, ayudó a llevar la ketamina de Sangha a Perry.
Chavez podría recibir hasta 10 años de prisión, Iwamasa hasta 15 años y Fleming hasta 25 años.
Varios mensajes en busca de comentarios a los abogados de los tres hombres no fueron respondidos.
Sangha podría ser condenada a cadena perpetua si es declarada culpable de los cargos, mientras que Plasencia podría recibir hasta 120 años. Cada uno tiene una fecha de juicio en octubre, pero es muy poco probable que alguno se enfrente a un jurado para entonces, y los dos pueden ser juzgados juntos. También podrían enfrentar el testimonio de los coacusados que llegaron a acuerdos de culpabilidad.
La magistrada Alka Sagar dictó que Sangha debería estar detenida sin derecho a fianza mientras espera el juicio, citando las afirmaciones de los fiscales de que había destruido pruebas y financiado un estilo de vida lujoso con la venta de drogas incluso después de la muerte de Perry.
La jueza acordó liberar a Plasencia después de que pagó una fianza de 100.000 dólares.
Su abogado argumentó que el caso de Perry era “aislado” y que se le debería permitir al médico atender a los pacientes que dependían de él en su consultorio unipersonal mientras esperaba el juicio.
“No voy a comprar ese argumento”, dijo Sagar, pero estuvo de acuerdo en que Plasencia podía atender a los pacientes siempre y cuando firmaran un documento en el que reconociera los cargos.
“La gente probablemente ya se ha enterado por la cantidad de prensa”, dijo Sacks la jueza, señalando que, si no lo habían hecho, lo harían pronto.
Los registros muestran que la licencia médica de Plasencia ha estado en regla sin registros de quejas, aunque está programada para expirar en octubre y podría enfrentar acciones. Ya ha renunciado a su licencia federal para recetar medicamentos más peligrosos.
La ketamina es un potente anestésico aprobado por los reguladores de salud de Estados Unidos para su uso durante la cirugía. Se puede administrar como inyección intramuscular o por vía intravenosa.
La droga viene de la misma familia de químicos que la droga recreativa PCP o fenciclidina. La ketamina se ha utilizado con fines recreativos por sus efectos eufóricos. Puede causar alucinaciones y puede afectar la respiración y el corazón.
Los fiscales y la policía presentaron el caso de Perry como un enérgico rechazo al aumento del uso ilegal de la ketamina que ha ensombrecido su uso legal.
La policía de Los Ángeles dijo en mayo que estaba trabajando con la Administración de Drogas de Estados Unidos y el Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos en una investigación sobre cómo Perry obtuvo la droga. Su autopsia, publicada en diciembre, encontró que la cantidad de ketamina en su sangre estaba en el rango utilizado para la anestesia general durante la cirugía.
“A medida que la adicción a la ketamina de Matthew Perry crecía, quería más y lo quería más rápido y más barato. Así es como terminó comprando a los traficantes callejeros y robó la ketamina que finalmente lo llevó a la muerte”, dijo el jueves la administradora del DEA, Anne Milgram. “Al hacerlo, siguió el arco que hemos visto trágicamente con muchos otros. El trastorno por consumo de sustancias comienza en el consultorio de un médico y termina en la calle”.
Perry tuvo años de luchas contra la adicción que se remontan a su época en la exitosa comedia de NBC, “Friends”, durante 10 temporadas de 1994 a 2004. Interpretando a Chandler Bing, se convirtió en una de las mayores estrellas de televisión de su generación junto a Jennifer Aniston, Courteney Cox, Lisa Kudrow, Matt LeBlanc y David Schwimmer. (AP)