Brasil aprobó una reforma tributaria que simplifica el sistema de impuestos
El Congreso de Brasil aprobó en las últimas horas una reforma tributaria que simplifica el cobro de impuestos a empresas y consumidores, en lo que constituye una victoria política para el presidente Luiz Inácio Lula da Silva que impulsó la iniciativa.
La votación garantiza la primera reforma sobre el sistema de impuestos al consumo en 58 años en Brasil.
La Cámara de Diputados aprobó la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) en dos votaciones separadas, con 365 votos favorables -eran necesarios 308- en la ronda definitiva, en su segundo análisis del texto, luego de las modificaciones hechas por el Senado en noviembre.
“Brasil maduró. Necesitaba enfrentar esa agenda, que es la más importante de las reformas porque organiza todo el sistema productivo”, celebró el ministro de Economía, Fernando Haddad, tras la votación.
La reforma “pone a Brasil alineado con lo más moderno del mundo”, agregó.
Por su parte, el presidente de la Cámara baja, Arthur Lira, calificó la jornada como “un día histórico”, al afirmar que la reforma busca “desburocratizar y hacer más transparente el cálculo de los impuestos”.
Diferentes gobiernos habían intentado sin éxito desde el fin de la última dictadura militar (1964-1985) avanzar con la reforma, que en esencia promete facilitar un sistema extremadamente complejo, aliviar las cargas en inversiones y exportaciones, y reducir la tributación sobre la población más pobre.
En concreto, fusiona cinco impuestos sobre el consumo en uno, el Impuesto sobre el valor añadido (IVA). Este será desdoblado en un tributo federal y otro estatal.
Además, reduce las alícuotas en sectores como salud, educación y artículos de la canasta básica, y da incentivos a fabricantes de vehículos eléctricos y alimentados con biocombustibles, consignó la agencia de noticias AFP.
El proyecto contempla una transición hasta 2033, cuando serán instituidos completamente todos los nuevos impuestos.
El valor del IVA será determinado posteriormente en una ley, aunque se prevé que ronde el 27%, uno de los mayores en el mundo, según las últimas estimaciones del ministerio de Hacienda.
El gobierno alega que esa cifra, con el consiguiente aumento de la carga tributaria sobre el sector de servicios, será aliviada con compensaciones.
Los diputados habían aprobado el proyecto en julio en un primer análisis.
Pero el Senado hizo cambios, especialmente ampliando el abanico de sectores que se beneficiarán de un régimen preferencial (transporte, combustibles, bancos, loterías y otros), una decisión criticada por el sector industrial.
“Es otro error” que elevará el valor del IVA, dijo Ricardo Alban, presidente de la Confederación Nacional de Industriales, que calcula que la alícuota oscilaría entre un 21% o 22% sin esas excepciones.
Pero afirmó ser optimista de que el texto actual mejorará la productividad del gigante suramericano, que este año debe crecer 3%, según la CNI.
“Encontramos un estado con un profundo desequilibrio fiscal” al llegar al gobierno el 1 de enero pasado, afirmó Lula en febrero, cuando anunció “un nuevo régimen fiscal para Brasil”.