Megacausa Zona V: integrante del Ejército desconoció existencia de centro clandestino y allanamientos
Un suboficial del Ejército que se desempeñó en un regimiento de Junín de los Andes, en Neuquén y, según la acusación, actuó como guardia en el centro clandestino de detención conocido como “La Escuelita” de Bahía Blanca, brindó hoy una ampliación declaratoria en la cual negó la existencia de dicho lugar, en el marco del juicio conocido como Megacausa “Zona V”, en el que se abordan crímenes de lesa humanidad cometidos contra más de 300 víctimas durante la última dictadura cívico militar.
Se trata de José Marcelino Casanovas, uno de los 38 imputados que tiene este proceso oral y público, que por videoconferencia desconoció haber conocido o escuchado información relativa a la existencia de centros de detención.
El imputado alegó además no tener información sobre allanamientos y enfrentamientos armados, en el marco de una nueva audiencia y ante el Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca, integrado por los jueces Ernesto Pedro Francisco Sebastián, Sebastián Luis Foglia y Marcos Javier Aguerrido.
Casanovas procedió luego a la lectura de un escrito en el cual dijo que había sido “parte de la unidad RIM 26 (Regimiento Infantería de Montaña) que salió de Junín de los Andes el 24 de marzo de 1976 arribando a Bahía Blanca el 26 de marzo, regresando el 9 de abril con destino a Junín de los Andes”.
“Mi tarea era llevar ropa y calzado de repuesto para el personal que salió en comisión, esa fue mi misión”, sostuvo al expresar que de los años 1974 a 1977 perteneció a la sección baqueana pero que sus actividades “respondían al orden jerárquico de la unidad del RIM 26”.
Ante una consulta de su abogado defensor, Casanovas dijo que la vestimenta que se usó en Bahía Blanca en marzo de 1976 fue “el uniforme verde oliva” y que las tareas que cumplía eran de “canje de ropa y calzado”.
“Cumplí guardia en el sector donde estaba la plana mayor y el sector donde estaba logística”, sostuvo al indicar que el grado que contaba era de sargento.
Por su parte, ante una consulta del fiscal auxiliar Pablo Fermento sobre si recordaba a algunas de las personas que se trasladaron citó los apellidos de Barrera, Lavallén, González, Domínguez.
Sobre las órdenes de quien estaba en Bahía Blanca sostuvo que “de la plana mayor, estaba el jefe de regimiento, después el de operaciones y logístico”.
En cuanto a si supo o escuchó hablar sobre civiles detenidos en instalaciones militares u operativos antisubversivos expresó que “no” al igual que del centro clandestino de detención conocido como “La Escuelita”.
Lo mismo dijo en referencia a allanamientos en casas de civiles y sobre enfrentamientos armados entre unidades militares y civiles que “tampoco” habían escuchado nada referido a eso.
Sobre si había recibido instrucciones junto a sus compañeros en relación a la lucha contra la subversión respondió que “no, nunca” y agregó que desconocía lo que sucedía en otros sectores dentro del Comando en V Cuerpo.
También afirmó desconocer si integrantes de la sección baqueanos actuaron en centros clandestinos de detención de personas.
Ante una pregunta del fiscal Miguel Pallazani, el exmilitar dijo que “a Bahía Blanca se decía que iban a darle seguridad al V Cuerpo del Ejército” en referencia al traslado de personal del regimiento de Neuquén.
“Los jefes deben haber tenido contacto con el general Vilas (Acdel), una vez lo vi en una formación que hacía”, agregó en referencia al segundo comandante del V Cuerpo de Ejército.
Por último, Casanovas expresó que “después de todo lo que he padecido le pido a Dios y a la Virgen que ilumine a los que deben hacer justicia y que lo hagan con todas las de la ley”.
También declaró Adalberto Osvaldo Bonini, quien en 1976 era el enfermero encargado de la división sanidad en el V Cuerpo, quien dijo que un año después lo “mandaron en comisión a la CGT de Bahía Blanca en la intervención militar” y que “en 1978” fue “a Río Gallegos por la presunta guerra con Chile”.
“Nunca he estado en los lugares que me dicen que he estado”, sostuvo el hombre, quien para la acusación realizó tareas en el centro clandestino de detención y tortura “La Escuelita”.
Sobre las funciones que cumplía, sostuvo que “era el área administrativa de sanidad del V Cuerpo del Ejército donde había un jefe médico, un oficial farmacéutico, un oficinista y el encargado”, que era él.
“Se manejaba la documentación de sanidad del V Cuerpo principalmente la de la Sexta Brigada”, completó.
Bonini, quien era sargento primero expresó además que “nunca” había estado en los lugares que le dicen que había estado, en referencia al lugar donde estaba el centro clandestino.
“En la división sanidad no se realizaba ni atención médica ni de enfermería, era administrativa y el personal tenía que concurrir al hospital militar”, agregó al indicar que en su caso “no cumplía funciones de enfermero, solamente tareas administrativas”.
“Nunca he he estado en los lugares que dicen que había estado”, subrayó y agregó sobre la existencia de lugares de detenidos civiles que “había comentarios, que había un lugar”, pero que no sabía “exacto que podía hacer y que le decían La Escuelita”.
“Yo por lo menos no sabía si quedaba afuera o adentro”, señaló en referencia al lugar.
En este juicio oral se investigan las responsabilidades de 38 imputados exintegrantes del V Cuerpo del Ejército, del Batallón de Comunicaciones 181, del Destacamento de Inteligencia 181 y la Brigada de Infantería de Montaña VI de Neuquén.
También se juzga a dos oficiales de la Policía Federal de Viedma, a un miembro de la Policía Bonaerense y al director de la Unidad Penitenciaria Nº4 de Bahía Blanca.
(Télam)