sábado, noviembre 23, 2024
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Para Ginóbili, el partido ante los Clippers puede ser el último en la NBA

San Antonio se jugará hoy en Los Angeles su continuidad en los playoffs; en caso de derrota, quizá se trate de la despedida de Manu en la liga, algo que el 20 decidirá en el futuro.

Nadie, ni él mismo, lo sabrá cuando se termine el juego esta noche, si el resultado es negativo. Nadie conocerá, cuando suene la chicharra en caso de una derrota, si ese juego habrá sido el último, ya no sólo de la temporada: de su carrera. Porque hoy Manu Ginóbili y San Antonio Spurs afrontarán el séptimo capítulo de su serie con Los Angeles Clippers, y de salir derrotados, para la franquicia se tratará de su fin de campeonato, pero para el argentino, tal vez del de sus gloriosos años de basquetbolista profesional, algo que definirá más adelante.

El cruce de la primera rueda de la Conferencia Oeste de la NBA está entre Spurs y Clippers 3-3 y el que gane hoy avanzará de etapa y será rival del equipo de Pablo Prigioni , Houston Rockets . El encuentro empezará a las 21, lo televisará ESPN y será en el Staples Center, de Los Ángeles, pero esto no necesariamente es malo para el conjunto texano: en cuatro de los seis choques de esta serie se impuso el visitante.

Como anteanoche, cuando el cuadro californiano ganó por 102-96, se salvó de la eliminación y llenó de dudas a San Antonio. “Deberíamos estar avergonzados por cómo jugamos el cierre de un partido apretado”, reprochó Gregg Popovich . Esa crítica no le cabe a Ginóbili, pero porque, directamente, el Nº 20 no participó en los minutos finales, al igual que en el partido anterior (111-107 para Spurs). Algo atípico en su trayectoria en la NBA. Desde hacía muchos años el bahiense no sólo actuaba en los momentos definitorios, sino que además asumía la conducción en los últimos ataques.

Antes del encuentro de anteayer, la prensa preguntó a Pop si podía revelar por qué no había utilizado al argentino en el desenlace del quinto juego. “No”, contestó el entrenador, presumiblemente más por no querer tratar el tema que por su siempre áspera relación con los periodistas. Pero parece claro que, en la visión de Popovich, este Manu, disminuido físicamente a sus 37 años y menos confiado y hambriento, como el propio escolta lo admitió ante la nacion en una entrevista publicada en abril, ya no es tan confiable en la culminación de un partido.

Por cierto, su labor de anteanoche abonó esa impresión. Ginóbili logró un rebote, una asistencia y un bloqueo, sin estadísticas negativas, pero eso fue poco aun para los escasos 14 minutos que jugó. Y además, el problema fue el tiro: acertó un triple sobre tres intentos y falló tres lanzamientos de dos puntos, para 1 sobre 6 en total. En el último ensayo de triple, el balón ni siquiera tocó el aro. Poco después, Manu salió y ya no regresaría, a diferencia del martes, cuando al menos había vuelto para los últimos 4,9 segundos.

Este primer cruce de playoffs está costándole mucho al bahiense, que tras su etapa regular más floja en cuanto a números desde su segunda temporada en la NBA, está teniendo una pobre serie en lo individual (ver aparte), en un bajón abrupto de rendimiento. Esa merma se acentuó luego de un nuevo esguince en el tobillo derecho, sufrido a mediados de marzo. Generalmente le toma un buen tiempo a Manu recobrar su nivel tras un incidente físico, pero en este caso la tendencia bajista parece afirmada, en un cuerpo que fue víctima de numerosas lesiones en su carrera y que no sobrelleva el paso de los almanaques como sí lo hacen los de su compañero Tim Duncan (cumplió 39 años hace una semana y seguiría por otra temporada) y su compatriota Prigioni (dentro de dos semanas cumplirá 38).

Una situación similar padeció hace dos campeonatos, cuando tres lesiones le quitaron continuidad y ánimo. Más tarde, Ginóbili perdió dolorosamente la final a manos de Miami (3-4) y pensó varias veces en el retiro, a los 35 años. Pero terminó renovando por dos temporadas, y le salió muy bien: en la siguiente consiguió su cuarto anillo.

También ahora está ante la expiración de un contrato. Y, como en 2013, no sabe qué hará ni lo determinará ya. Por lo pronto, tras el encuentro de anteanoche se le consultó si pensaba que el siguiente podía ser su último partido en la NBA. “Sí”, contestó. “Pero es algo en lo que no tenemos que pensar. La verdad es que no sé lo que va a pasar. Sí sé que dentro de dos días tenemos un juego 7. Eso es lo único que puedo manejar y lo que me ocupa”, agregó, según lo citó el portal Basquetplus.com.

En Estados Unidos hay quienes piensan que ese revés ante Clippers pudo ser la última función de Ginóbili en el AT&T Center. Quizás esta noche San Antonio pierda, pero dentro de un tiempo Ginóbili elija continuar; tal vez Spurs gane y siga en pie en el certamen. Pero quizás no. Y entonces, al mirarlo hoy por televisión, habrá que ser consciente de que la trayectoria del mejor basquetbolista argentino de la historia puede estar cerrándose, sin que nadie lo sepa a ciencia cierta..

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