Moyano prepara su salida del gremio Camioneros y de la CGT
El camionero dejó trascender su voluntad de correrse del espacio sindical por voluntad propia. Ocupa el cargo desde 1992. El hipotético alejamiento implicará también decirle adiós a la jefatura de la CGT. No hay indicios aún de posibles herederos. Además, está definiendo a qué candidato a presidente apoyará.
Todavía no precisó cuándo ni en qué circunstancias va a dar el gran paso. Pero Hugo Moyano, de 71 años, ya le avisó a su grupo de colaboradores de mayor confianza que está con la mejor disposición para dar un paso al costado como titular de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros; un cargo que ocupa desde 1992, cuando saltó de la secretaría adjunta a la secretaría general de esa organización, en reemplazo de Ricardo Pérez.
El camionero dejó trascender estos días su voluntad de correrse del espacio sindical por voluntad propia, en medio de las negociaciones que mantiene con distintos referentes nacionales del peronismo anti K para congeniar un espacio de unidad que logre dar la pelea, en las próximas elecciones presidenciales, al gobernante Frente para la Victoria.
El hipotético alejamiento de Moyano de su gremio implicará también decirle adiós a la jefatura de la Confederación General del Trabajo. Este último es, en rigor, un paso calculado, en teoría orientado a facilitar las muy pausadas gestiones en danza para unificar en una sola central al hoy atomizado sindicalismo peronista.
“De donde no me voy a mover es de la presidencia de Independiente”, deslizó el camionero ante sus íntimos, que quedaron sacudidos ante semejante adelanto. Portavoces de su máxima confianza dijeron a Infobae que “no será fácil suplantar a un dirigente de su nivel y experiencia, que consiguió tantas reivindicaciones para su sindicato y para los trabajadores en general”. Moyano ocupa, además de todo, la titularidad de la obra social de su gremio.
El líder camionero nada habría manifestado en cambio sobre posibles herederos. En cualquier caso, es de suponer que en el gremio seguramente querrá pasarle la posta a “el Pablo”, tal como gusta referirse a su hijo mayor, actualmente el número dos de la seccional porteña de Camioneros. Pablo Moyano también acompaña a su padre como vocal titular en la institución roja de Avellaneda.
Mientras procesa interiormente su salida del ámbito sindical, Moyano participa a todo vapor en las reuniones del peronismo no kirchnerista, que parece apuntar todos los cañones a fortalecer la chances presidenciales de Sergio Massa. Fue el camionero, en calidad de presidente de su Partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo, uno de los animadores de la reunión que congregó el miércoles, en la sede capitalina de Petroleros, a varias de las figuras del peronismo tradicional, que no sienten afinidad ninguna con el modelo de justicialismo que encarna la doctora Kirchner.
Allí estuvieron los ex gobernadores Ramón Puerta, Jorge Busti y Adolfo Rodríguez Saá, a quien Moyano supo apoyar en las presidenciales de 2003. También fueron de la partida Fernando Galmarini (suegro de Massa), Humberto Roggero, Eduardo Menem y Miguel Angel Toma, entre otros. El camionero estuvo secundado por el petrolero Guillermo Pereyra y por el panadero Abel Frutos, principal operador de Moyano en la actualidad. El invitado estelar de la noche fue el cordobés José Manuel de la Sota.
Moyano quisiera que ese espacio (el martes volverán a juntarse) aparezca en las elecciones como un bloque compacto. Para eso propicia una interna abierta entre los que allí aspiren a la Casa Rosada. Naturalmente también quiere meter baza en la confección de eventuales listas de candidatos a diputados nacionales. Hoy es más pobre que nunca la cantidad de legisladores de extracción gremial: apenas suman una decena en Diputados y no todos responden a la ortodoxia sindical.
¿Quiere decir que el camionero va a jugar para Massa 2015, igual que su hijo Facundo? “Todavía está pensando si ir o no al lanzamiento del ex intendente de Tigre, el 1° de Mayo, en la cancha Vélez…”, reconoció a este medio un vocero de ese grupo político en formación.
Lo que sí está confirmado es la realización de un acto en conmemoración de la primera medida de fuerza contra la última dictadura militar, llevada adelante el 27 de abril de 1979 por la CGT de Saúl Ubaldini. La recordación se hará este lunes en el Salón Felipe Vallese de la sede sindical de Azopardo. Aquel recordado paro tuvo como principales gestores a varios de los dirigentes enrolados entonces en el Grupo de los “25”, correlato sindical de lo que fue la renovación peronista. Algunos terminaron presos.
El calentamiento de las cuestiones políticas y los homenajes no distraen al sindicalismo, sin embargo, de la marcha de las paritarias. Todos los ojos están puestos ahora en la negociación colectiva de la UOM del oficialista Antonio Caló, que se ha convertido en una discusión testigo. Ayer hubo un nuevo round y terminó en fracaso, pese a la mediación del ministro Tomada. La seguirán el lunes.
Los más interesados en ver cómo se desenvuelve la cosa son los gremios de Comercio y de bancarios. El mercantil Cavalieri irá por su enésima reelección en junio o julio y quiere llegar a esa instancia con un buen arreglo, confiaron voceros de esa organización. Sergio Palazzo, de la Bancaria, amenaza con dar pelea, si no consigue lo que pretende (un 38 por ciento), para compensar la inflación y la no adecuación del mínimo no imponible de Ganancias. Los bancarios no quieren saber más nada de sumas puentes, que ahora se han puesto de moda para salir del paso.
La dirigencia gremial opositora ha dicho –y repite cada vez que puede- que serán solidarios con los metalúrgicos si éstos van a un paro de 36 horas en caso de no conseguir una pretendida mejora del 32 por ciento; aunque Moyano sostenga que siente pena por Caló.
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