viernes, noviembre 22, 2024
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La ciencia argentina aporta nueva evidencia a estrategia de vacunar con una dosis contra hepatitis A

Un estudio argentino publicado recientemente en la prestigiosa revista Vaccine demostró que doce años después de recibir una sola dosis de la vacuna para hepatitis A (VHA) las personas conservan inmunidad a largo plazo, lo que constituye un nuevo respaldo científico a la estrategia que implementó el país en 2005 y que fue tomada como modelo para el mundo.

El trabajo (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0264410X21014821?dgcid=author#!) investigó la respuesta de inmunitaria humoral (anticuerpos) y celular (células T de memoria) doce años después de la vacunación de dosis única contra la hepatitis A en niños argentinos.

“Lo que demostramos con este trabajo es que los individuos a largo plazo mantienen la inmunidad no solo humoral (que serían los anticuerpos), sino también celular”, indicó a Télam la médica infectóloga Analía Urueña, primera autora del trabajo.

Y añadió que “estos resultados apoyan que la estrategia de vacunación con dosis única es efectiva, al menos con este lapso de tiempo estudiado. Para saber si hará falta una dosis de refuerzo a más tiempo habrá que hacer estudios en unos años”.

Urueña, directora del Centro de Estudios para la Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles de la Universidad ISalud, detalló que “es la primera vez que se investiga la respuesta inmune en este grupo etario, con esta vacuna inactivada y a lo largo de tanto tiempo; había otros trabajos que habían mostrado la persistencia de la inmunidad celular en adultos en Brasil, y otros en China con otro tipo de vacuna”.

En el año 2005 Argentina incorporó al calendario de vacunación una dosis única de vacuna para hepatitis A (VHA) en todos los niños y niñas de 12 meses, una estrategia innovadora ya que el registro de este inoculante era (y todavía es) con dos dosis.

“En 2003 y 2004 Argentina venía transitando el peor brote de hepatitis A en años, con tasas de incidencia de más de 100 casos cada 100 mil habitantes. Afectaba principalmente a los niños y era la primera causa de trasplante hepático en población pediátrica”, recordó Urueña.

De hecho, entre 2003 y 2004 hubo más de 43 mil casos y ese último año hubo 25 pacientes con hepatitis A fulminante y la mayoría fueron trasplantados.

“Lo que se hacía en esos años era controlar los brotes, y para eso aplicábamos una dosis de la vacuna a los contactos de los casos; entonces se pensó en usar esa estrategia de control de brote como estrategia universal”, describió Urueña.

La decisión se tomó en base a que “se sabía que con una dosis se alcanzaban títulos de anticuerpos muy altos y que duraban bastante tiempo”, detalló.

“Lo que sucedió a partir de la implementación de la estrategia es que los casos comenzaron a disminuir en forma dramática, no sólo en los vacunados, sino en toda la población por lo que se denomina efecto rebaño”, recordó y mencionó que en pediatría el último trasplante por esta causa fue en 2007.

La evidencia del beneficio fue tan contundente que en 2012 el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico (SAGE) sobre Inmunización de la OMS publicó un documento en el cual recomendó -en base a la experiencia argentina- la integración de esta vacuna a los calendarios nacionales para los niños a partir del año con una dosis única.

Esto llevó a varias países de la región a adoptar esta estrategia como Colombia, Paraguay, Chile, Brasil, y países de Centroamérica, también con buenos resultados.

“Luego de la implementación de esta estrategia, lo que siguieron fueron estudios que medían los anticuerpos de las chicas y chicos vacunados. Lo que se observó es que la persistencia de anticuerpos en el tiempo es buena, aunque los títulos tienden a disminuir e incluso a caer por debajo de niveles protectores con el tiempo”, describió.

Y añadió: “Sin embargo no se describen casos en personas vacunadas, lo que sugiere un rol relevante de la inmunidad celular. Por este motivo encaramos este trabajo”.

Para realizar este estudio se seleccionó a 81 individuos vacunados con dosis única de VHA de un estudio de 2015, incluidos 54 con niveles de anticuerpos no protectores (UAL) y 27 con niveles de anticuerpos protectores (PAL).

Entre los distintos resultados, la investigadora destacó que “lo que se observó fue una respuesta de células T de memoria específica para el virus de la hepatitis A independientemente de los títulos de anticuerpos”.

“El mensaje, sobre todo para los países donde la enfermedad es endémica y que aún no incorporaron ninguna dosis de vacuna, sería que es posible controlar la enfermedad con esta estrategia segura, económica y de gran impacto en la salud pública”, concluyó Urueña.

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