Miss Mundo y poliamor, un inédito debate en el Congreso paraguayo
La Cámara de Diputados de Paraguay declaró este miércoles “de interés cultural” la participación de una joven en el certamen de Miss Universo, lo que fue cuestionado por parte de la oposición, en una inusual sesión que estuvo precedida por un debate sobre el poliamor, a partir de las declaraciones de una legisladora, a su vez criticada desde el oficialismo.
La propuesta de respaldo a la candidata a Miss Universo fue del diputado colorado Jorge Brítez, quien destacó la importancia de apoyar a la aspirante paraguaya porque su figura “puede servir de ejemplo a muchos compatriotas”.
La liberal Celeste Amarilla rechazó la propuesta y advirtió que la belleza no debe ser un valor que pueda ser tomado como ejemplo.
“Cultural no es la cara y el cuerpo de las mujeres, ya ha pasado la época de exponer el cuerpo y la cara de mujer como parámetro; nacer lindo es un don y nacer feo no es culpa de quien lo porta, me niego a que esta Cámara, que ya se ha declarado provida y profamilia, ahora diga que es cultural la participación de una señorita en un certamen”, remarcó Amarilla.
Para la legisladora del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), la iniciativa era una “desvergonzada bofetada” en un contexto de 6.000 muertes por Covid-19, a lo que se suma la inseguridad, la falta de empleo y de trabajo.“Déjese de disparates, colega, ubíquese en el momento en el que está viviendo el país”, reprochó la diputada.
Para el oficialista Raúl Latorre, “muchas personas están entusiasmadas con la candidatura” de Nadia Ferreira, la elegida paraguaya, y “no es inmoral que los diputados expresen su apoyo”.
Finalmente, la propuesta fue puesta a consideración del pleno y recibió el apoyo de 37 diputados, con dos votos en contra y nueve abstenciones.
No fue el único hecho curioso de la sesión, porque la diputada Kattya González (Encuentro Nacional) además pidió la palabra para quejarse por los ataques de recibió después de unas declaraciones suyas a un canal de TV, la semana pasada, en la que consideró que debía abrirse el debate sobre el llamado poliamor.
“Existe y se tolera y se festeja el poliamor cuando quien se ufana de él, lo ejerce o lo defiende es un varón; cuando es una mujer quien se atreve siquiera a mencionarlo se desata un alud de descalificaciones, recriminaciones hipócritas y abierta violencia verbal en las redes”, protestó González.
Reseñó que quienes reaccionaron en su contra eran “en su inmensa mayoría varones resentidos, frustrados e incapacitados para el ejercicio de una masculinidad equilibrada, envalentonados detrás del teclado y, muchas veces, cobardemente encubiertos tras perfiles falsos”.