viernes, noviembre 22, 2024
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Gobierno pone el acento en la “responsabilidad compartida” en negociación por nuevo acuerdo con FMI

El Gobierno argentino busca negociar con el FMI un nuevo programa financiero “sostenible” en el tiempo, para reprogramar la deuda por más de US$ 44.000 millones tomada durante la presidencia de Mauricio Macri, y pone el acento en la “responsabilidad compartida” del organismo multilateral y la administración anterior en el fracaso del acuerdo rubricado en 2018.

Fue el ministro de Economía, Martín Guzmán, el encargado de dar el mensaje oficial en distintos ámbitos de los que participó, al expresar que “la sostenibilidad de la deuda debe ser el principio rector” y que “los acreedores son responsables cuando un deudor entra en una situación insostenible”, durante su exposición en el Congreso ante la Comisión Bicameral de Deuda el jueves último.

En relación con el tema, Guzmán desestimó declaraciones sobre el ex presidente Macri sobre el manejo de la deuda actual, al tiempo que lo responsabilizó de la situación crítica al señalar que “a diciembre de 2015, la Argentina tenía una carga de deuda y una secuencia de vencimientos que no hipotecaban sus oportunidades de desarrollo. En los cuatro años siguientes hubo un endeudamiento de cien mil millones de dólares. Es una cifra de enorme magnitud”, remarcó.

Guzmán ahondó en que “cuando se toma ese préstamo con el FMI se anuncia que ese dinero no iba a ser utilizado, simplemente iba a estar ahí respaldando la posición de liquidez de la República y que eso iba generar confianza”.

“Este programa plantea una política fiscal contractiva, una reducción del déficit fiscal abrupta y una política monetaria contractiva, suponiendo que la causa única de la inflación era la expansión de la base monetaria. Nada de eso sucedió, no bajó, la inflación subió más, no mejoraron las expectativas, no mejoró la economía sino que empeoró más, y además esos dólares que no se iban a utilizar se empezaron a utilizar para pagar a acreedores extranjeros”, se explayó ante los legisladores, en una doble critica al gobierno anterior y al organismo, que aceptó el plan anterior.

Guzmán precisó que “los 44.154 millones que se desembolsaron (del préstamo con el FMI), todos se fueron. La estimación que hacemos es que unos US$ 21.000 millones fueron utilizados para pagar deuda insostenible y unos US$ 24.000 millones financiaron la formación de activos externos”.

El monto solicitado al Fondo “fue de un tamaño que excedió con creces la cuota que tenía Argentina en el FMI, por lo tanto, le cobran sobrecargos de interés”, acotó el funcionario.

En este sentido, el ministro expresó que “nuestro gobierno está buscando en el mundo generar condiciones para la revisión de estas sobre tasas, porque esto no está alineado con la de la deuda, tampoco está alineado en el mundo con lo que debe ser la misión de fortalecer la estabilidad financiera”, dijo sobre la iniciativa que se encuentra ya en discusión en los foros del G20 y el FMI.

Luego se refirió a lo apretado de los vencimientos del plan anterior: “Nuestro Gobierno debe resolver de la mano del Congreso una secuencia de vencimientos muy concentrados que incluye US$ 17.800 millones de capital para el 2022 y 18.800 millones para el 2023”, recordó, de cara a las discusiones que vendrán en el recinto, debido a que el próximo acuerdo con el FMI deberá pasar el filtro del poder legislativo.

Este nuevo requisito fue una iniciativa del gobierno actual que luego se convirtió en ley, pero también es alentado por el FMI, que ahora busca que los acuerdos tengan apoyo político y de la sociedad civil.

“Buscamos un acuerdo para evitar un mal mayor, pero no es que el acuerdo va a generar algo mágico en Argentina. Lo que hacemos es evitar que el enorme potencial destructivo que se generó con un acuerdo insostenible se materialice, o al menos en parte”, recalcó.

Guzmán tuvo esta semana un raid de declaraciones en distintos foros, referidas a la deuda; la marcha del acuerdo con el FMI y la responsabilidad del organismo en el resultado del plan anterior; y el reciente ingreso de US$ 4.344 millones de la moneda del FMI (DEG) que pasarán a engrosar las reservas y sin costo para el país.

Ante el influyente Council of the Americas, remarcó que “hubo una responsabilidad compartida en lo que fue el endeudamiento récord con el FMI es que se busca resolver este problema sobre la base de una negociación, y sobre la base de condiciones que la Argentina pueda sostener”.

En su análisis indicó que con las herramientas disponibles de hoy la Argentina puede renegociar los vencimientos con el Fondo a 10 años pero que, a nivel multilateral, está insistiendo en un nuevo tipo de financiamiento que contemple la crisis de deuda de los emergentes.

“Hoy existen modalidades de programas en las cuales el plazo máximo es de 10 años que se llama Acuerdo de Facilidades Extendidas. Eso es lo que hoy se puede negociar”, explicó Guzmán en declaraciones televisivas.

Sin embargo, reveló que “al mismo tiempo, multilateralmente estamos buscando construir otra línea de crédito, otra facilidad que se adapte a las circunstancias del mundo hoy”.

Según Guzmán, “estos programas que tiene el FMI son programas añejos, son programas del siglo XX, son programas que no se adaptan a un mundo en el cual muchas cosas han cambiado como es el caso del cambio climático, que requiere de transformaciones productivas que a la vez requiere de cambios económicos que tienen plazo de madurez mucho más largos”.

De esta forma, continuó con que “estamos trabajando así como lo hicimos con los DEG junto con el mundo en nuevas líneas de crédito con plazos distintos”, completó Guzmán.

Por último, en relación con las reservas frescas que llegaron desde el FMI, Guzmán señaló que “los DEG nos dan una posición más robusta para poder continuar en la senda que estamos avanzando”, de recuperación de las reservas y sostenibilidad de la deuda.

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