Bolsonaro minimizó las protestas, aunque se advierte una polarización con Lula para 2022
El bolsonarismo admitió el impacto de las manifestaciones opositoras que el sábado colmaron las calles de las principales ciudades de Brasil para pedir la renuncia y el juicio político del presidente Jair Bolsonaro y considera que de esta forma se diagrama el escenario de polarización con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en las encuestas para los comicios de 2022.
El propio Bolsonaro hizo este lunes un breve comentario para minimizar las manifestaciones, y acusó a sus participantes de consumidores de marihuana. “Hubo poca gente en esta manifestación de la izquierda el fin de semana. La Policía Federal está confiscando mucha marihuana en todo el país. Entonces, le faltó hierba al movimiento“, disparó el mandatario ultraderechista.
“Por el escenario de hoy, Bolsonaro no se reelige, pero el año que viene con recuperación económica que está ocurriendo, podrá ganar la elección, fácilmente. No veo cómo el año que viene no sea fantástico para Brasil”, dijo al diario Valor el senador Ciro Nogueira, presidente de Progresistas (PP), partido de centroderecha que es el principal aliado del Gobierno y que se ha convertido en un dique parlamentario contra los pedidos de juicio político.
Para Nogueira, “no hay partido más odiado en el país que el Partido de los Trabajadores (PT) y Lula traerá el PT de nuevo con su candidatura”.
El PP fue aliado de Lula y de Dilma Rousseff y es el partido más involucrado en la corrupción en Petrobras, pero desde el año pasado comanda la Cámara baja y es el principal motor de la agenda económica de privatizaciones de Bolsonaro.
El líder del gobierno en la Cámara de Diputados, Ricardo Barros, del PP, admitió que las manifestaciones, que fueron mayores que las oficialistas, consolida la polarización entre Bolsonaro y Lula.