Nueve días de aislamiento estricto para bajar la circulación del virus y evitar el colapso sanitario
Un aislamiento estricto por nueve días comenzó a regir hoy en las zonas de mayor riesgo epidemiológico, con restricción de la circulación entre las 18 y las 6, que se extenderá hasta el domingo 30, para lograr un rápido descenso de la alta curva de contagios -que esta semana superó los 35.000 casos diarios- y evitar el colapso del sistema de salud, que mantiene un 76 por ciento de camas de terapia intensiva ocupadas.
“Se espera que se extremen los controles y haya medidas de cuidados más restrictivas para que baje la circulación de personas y así baje la circulación del virus”, planteó hoy el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero en declaraciones a CNN radio.
En ese contexto, Cafiero sostuvo que el Poder Ejecutivo nacional “buscó aprovechar que la próxima semana tiene solo tres días hábiles y así con los nueve días tratar de bajar mucho la circulación y luego seguir con las medidas de cuidado que ya teníamos antes que eran importantes”.
Mientras tanto, el Gobierno espera la llegada de nuevos cargamentos de vacunas Astrazeneca y Sputnik V para las próximas horas, con lo que se daría un nuevo impulso al plan de inmunización en marcha en todo el país y se completarían esquemas con las dos dosis establecidas.
Tras una semana de largas e intensas reuniones, se logró alcanzar un consenso que permitiera a través de un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) -a la espera de la sanción en el Congreso del proyecto de ley que contempla parámetros epidemiológicos para tomar este tipo de medidas- retroceder de fases luego de las aperturas que se dieron hacia finales del año pasado.
La necesidad de una estrategia sanitaria unificada en todo el país, los “escenarios dramáticos” observados en otros países y la maximización del proceso de vacunación en marcha se encuentran entre los motivos por los que el Gobierno nacional decidió el aislamiento estricto, que rige a partir de hoy y durante nueve días, en la zonas del país que se encuentren en “alto riesgo” o “alarma epidemiológica” por el crecimiento de casos.
Así se desprende de los considerandos del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 334/2021 publicado hoy en el Boletín Oficial, con la firma del presidente Alberto Fernández y la totalidad del Gabinete nacional.
Entre las razones que enumera el Gobierno nacional, se señala que “un país no puede tener 24 estrategias sanitarias diferentes ante una situación tan grave” y agrega: “No se puede fragmentar la gestión de la pandemia, porque lo que sucede en cada Provincia o en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires impacta tarde o temprano en las otras zonas del país”.
“Más allá de lo peculiar de cada zona necesitamos un marco regulatorio nacional común para enfrentar a la pandemia, minimizar el número de contagios y garantizar la atención hospitalaria para quienes lo requieran”, dice el texto de la norma publicada hoy.
En los considerandos del DNU se habla asimismo de que “la velocidad en el crecimiento de los contagios en el marco de la segunda ola de la pandemia de Covid-19 ha exhibido, a nivel internacional, escenarios dramáticos en términos de consecuencias para la vida y la salud de las personas y para las economías de países con más fortalezas que el nuestro”.
Se señala además que el objetivo de “retrasar esta etapa de la pandemia” tiene que ver con la “maximización del proceso de vacunación que ya está en marcha” y poder “ante la detección de situaciones de urgencia y necesidad, actuar en forma oportuna, focalizada y temporaria”.
Los encuentros que mantuvo el presidente Alberto Fernández primero con expertos y luego con mandatarios provinciales, el miércoles y jueves pasado por videoconferencia; y la que tuvo el martes el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, con sus pares de provincia de Buenos Aires y Ciudad, terminaron por delinear esta medida drástica, en especial para las actividades no esenciales.
Si bien la reunión que encabezó Cafiero fue “tensa”, en la cual el propio jefe de Gabinete remarcó que la situación “no da para más”, según indicaron fuentes de su entorno, hubo absoluta coincidencia en la “gravedad de la situación”.
La mayoría de los gobernadores había anticipado que iban a tomar nuevas medidas de restricción y acompañar las decisiones de Fernández, quien finamente el jueves por la noche anunció las nuevas medidas por cadena nacional, durante la cual sostuvo que “hay una sola pandemia” y que el país no puede tener “24 formas diferentes de gestionarla”.
Tras los anuncios, también hubo coincidencia entre las autoridades del Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) en acordar un “cierre duro” en la circulación, con controles y menos accesos habilitados a la ciudad de Buenos Aires.
Para el control, el Ministerio de Seguridad -que encabeza Sabina Frederic-dispuso el despliegue de 11.500 agentes federales en todo el AMBA y tiene en vigencia el funcionamiento de la línea 134 para que cualquier ciudadano, en todo el territorio nacional, pueda realizar denuncias sobre incumplimiento de las medidas dentro del horario de restricción establecido por las autoridades nacionales.
Las restricciones vendrán acompañadas de medidas de asistencia económicas y sociales, una ayuda que ya lleva una inversión del Estado de 480 mil millones de pesos, financiados “por mayores ingresos” producidos a través del impuesto “a las grandes fortunas y el aumento de la recaudación”, de acuerdo a lo expresado por el Presidente en su anuncio.
Tras el confinamiento por nueve días, se retomarán las actividades “según el riesgo epidemiológico de cada zona”, explicó el propio Fernández, aunque el aislamiento estricto volverá a repetirse el fin de semana del 5 y 6 de junio venidero.