Elecciones en Madrid: gana el PP pero necesitará de la ultraderecha de Vox para gobernar
La presidenta de la Comunidad de Madrid y la candidata a la reelección del conservador Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso, ganó este martes las elecciones en la capital española, aunque necesitará de la extrema derecha de Vox para alcanzar la mayoría legislativa para gobernar, según el primer sondeo de boca de urna de Gad3, publicado por el canal Telemadrid y la cadena RTVE tras el cierre de los comicios.
Según este pronóstico no oficial, Díaz Ayuso se reelegiría con entre 62 y 65 bancas, lo que la dejaría a solo unos escaños de la mayoría absoluta del parlamento de la capital necesaria para gobernar: 69.
Mientras una reedición de la alianza de centro-izquierda a nivel nacional -PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos- podría sumar entre 56 y 63, la única fórmula que alcanzaría el número requerido sería la del PP y la extrema derecha de Vox, que obtendría entre 12 y 14 escaños, según reprodujo el diario El País.
Pese que el oficialismo a nivel nacional del jefe de Gobierno Pedro Sánchez sale golpeado con este resultado, el gran perdedor de la jornada sería la fuerza liberal Ciudadanos, que no llegaría al umbral del 5% de votos necesarios para empezar a sumar escaños, por lo que pasaría de tener 26 diputados locales a ninguno.
El nuevo Poder Legislativo de la capital española asumirá el 8 de junio próximo y tendrá como máximo 15 días para proponer el nombre del próximo presidente del Gobierno local.
En otras palabras, Díaz Ayuso tiene más de un mes y medio para negociar y sellar una alianza de Gobierno con Vox, como pronostican la mayoría de los analistas en España por estas horas.
El oficialismo nacional de centro-izquierda había intentado jugar fuerte para evitar no solo una reelección del PP, sino un corrimiento aún más a la derecha con una coalición de Gobierno con Vox, como se perfila hora.
Por ejemplo, Pablo Iglesias, de Unidas Podemos, renunció a la vicepresidencia del Gobierno español para dar pelea como candidato, y. aunque Mónica García, médica, feminista y representante de Más Madrid, una escisión de la izquierda, hizo una buena elección mejorando el resultado anterior del diputado Íñigo Errejón, no le alcanzó para frenar la mayoría de votos de derechas.
Hoy temprano, también, el propio Sánchez había enfatizado la importancia de la elección.
“Elegimos quién va a gobernar en los próximos dos años. Este es un Gobierno que tiene que afrontar la vacunación, la recuperación económica y que sea lo más justa posible. Por eso es muy importante la participación, se necesita el máximo apoyo posible para el Gobierno que salga en la Comunidad de Madrid. Votar es seguro”, dijo.
Se trata de las primeras elecciones en Madrid desde el estallido de la pandemia del coronavirus en marzo de 2020, que sacudió con especial ímpetu la capital española, que tuvo que improvisar hospitales de campaña y una morgue en una pista de patinaje sobre hielo.
Con 15.000 muertes de un total de 78.000 en el país, la región capitalina registra de las peores incidencias por la Covid-19, con un 45% de sus camas de terapia intensiva ocupadas con pacientes de esta enfermedad.
Los conservadores confiaban en capitalizar la arriesgada política de medidas laxas promovida desde hace casi un año por Díaz Ayuso, que se tradujo en la apertura continuada de bares, restaurantes y salas de espectáculos, y parece que han tenido éxito.
Esta resistencia a las presiones del Gobierno central y la oposición para que endureciera restricciones, indican los sondeos, le valió amplias simpatías.
El resultado de estos comicios anticipados sólo tendrá una validez de dos años, ya que los madrileños deberán votar de nuevo en 2023, cuando a más tardar se celebrarán elecciones legislativas nacionales.
A la espera de esa cita, el PP, desbancado del poder central en 2018, presentó la “batalla de Madrid” como la antesala de la futura pugna electoral con el socialista Pedro Sánchez, quien gobierna en coalición con la fuerza de izquierda Unidas Podemos.
“Esta campaña también es decisiva para España porque va a marcar un antes y un después”, afirmó Díaz Ayuso al pedir el voto más temprano.
Los comicios se desarrollaron luego de una las campañas más hostiles que se recuerden, que incluyó amenazas de muerte contra varios políticos, y en un clima de eslóganes lanzados entre bloques a modo de invectivas (“comunismo o libertad”, “fascismo o democracia”).
En medio de ese clima, los debates sobre problemas concretos como la gestión de la pandemia, la carestía de la vivienda o la inversión en servicios públicos se hicieron oír poco.