lunes, noviembre 25, 2024
Internacionales

En colapso hospitalario, Brasil teme a la falta de oxígeno y de lugar en los cementerios

Brasil se sumergía este martes en el lodo del colapso hospitalario de la pandemia, con seis estados con problemas de oxígeno para sus pacientes, San Pablo abriendo por las noches sus cementerios para no detener el ritmo de entierros récords y Brasilia sufriendo la escena de tener que acumular fallecidos por coronavirus en pasillos de los hospitales públicos por saturación de cámaras frigoríficas.

El país pasó la primera semana con más del 80% del sistema sanitario colapsado y sin que fuera confirmado el cardiólogo Marcelo Queiroga como ministro de Salud, en virtud de que el actual titular de la cartera, general Eduardo Pazuello, negocia su permanencia en otra área del Gobierno para no perder fueros ya que está investigado por negligencia frente a la pandemia.

En este dramático cuadro de situación el presidente Jair Bolsonaro puso este martes en funciones en un acto fuera de agenda al nuevo ministro de Salud, el cardiólogo Marcelo Queiroga, mientras su ahora antecesor, el general en actividad Eduardo Pazuello, negocia su permanencia en otra área del Gobierno para no perder fueros, ya que está investigado por negligencia frente a la pandemia.

El acto se realizó en el despacho de Bolsonaro, estaba fuera de la agenda del presidente y la nominación debe ser publicada en el Diario Oficial de la Unión, el boletín oficial de Brasil.

El estado de cuarentena y de colapso hospitalario en gran parte del país, por ejemplo, provocó la caída de los homicidios en Río de Janeiro durante febrero a niveles históricos, mientras que en Natal, capital del estado de Río Grande do Norte, este lunes dos hombres armados fueron detenidos luego de robar 20 dosis de vacuna contra el coronavirus de una sala de primeros auxilios.

La provisión de oxígeno se transformó en una de las agendas de Brasil: incluso la multinacional Ambev anunció que transformará una fábrica de cerveza en Riberao Preto, San Pablo, en una planta productora de oxígeno hospitalario para el estado de San Pablo, que este lunes superó los 1.000 muertos en 24 horas, un récord que llevará a Brasil a cumplir en próximas horas los 300.000 fallecimientos por Covid-19.

En tanto, el Ministerio de Salud envió un oficio a la fiscalía general de la República alertando sobre la posibilidad de colapso por falta de oxígeno en cinco estados, teniendo en cuenta que en el Gran Porto Alegre, en Río Grande do Sul, fronterizo con Argentina y Uruguay, seis personas murieron el fin de semana luego de que se cortara el circuito de distribución de oxígeno a camas UTI.

San Pablo y Río Grande do Sul son los estados donde se registran muertos en las enfermerías por falta de tiempo para tener una cama de terapia intensiva.

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